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Daniel Hugo Villanueva

Materia de Profesorado: Curriculum

TRABAJO PRÁCTICO - ANÁLISIS DE DOCUMENTOS CURRICULARES

            TRABAJO PRÁCTICO  -  FICHA Nº 3

 

ANÁLISIS DE DOCUMENTOS CURRICULARES

 

Trabajo Grupal

Integrantes:

*                                Battocchia, Gabriela

*                                Raimondi, Cecilia

*                                Villanueva, Daniel Hugo    

 

Fecha de entrega: 07/06/2007

 

Actividades: Documento 1- Diseño Curricular del Nivel Polimodal. Modalidad Humanidades y Ciencias Sociales 2004- (2001)

 

1.1 Los enfoques o marcos teóricos que fundamentan esta propuesta de Diseño Curricular son:

 

                        Respecto a la función de la Educación el documento hace mención a la transformación educativa que se transita actualmente, en el sentido de educación para todos, ingreso ciudadano, pensamiento crítico y convivencia solidaria, exige la actualización de contenidos escolares, replanteos de las relaciones entre educación y trabajo, análisis de las formas de apropiarse de la tecnologías y de los modos de entender las relaciones con los valores vigentes y con el futuro.

                        El rasgo específico que caracteriza a la modalidad “Humanidades y Ciencias Sociales” es que desde su Formación Orientada debe focalizar, ampliar e integrar los contenidos de la Formación General de Fundamento, atendiendo especialmente a la comprensión e interpretación de los procesos de desarrollo personal y de interacción, organización, continuidad y transformación del mundo socio-cultural, desde una perspectiva multidisciplinaria para fortalecer las capacidades de participación e intervención reflexiva en el mismo.

                        También el documento al definir las funciones de la Educación Polimodal desde la Modalidad ya mencionada, va delineando el marco teórico que fundamenta la toma de decisiones que caracterizan este diseño Curricular: la Educación Polimodal debe cumplir con tres funciones (la función ética y ciudadana; la función propedéutica; y la función de preparación para la vida productiva). Ese cumplimiento, al ser abordado desde las Humanidades y Ciencias sociales adquiere los rasgos siguientes:

*                                     El modo particular que las Humanidades y Ciencias Sociales tienen de encarar saberes y la realidad misma, contribuye a desarrollar un pensamiento reflexivo, dialógico y crítico, lo que promueve mayores grados de solidaridad, compromiso social, participación y responsabilidad. La solidaridad se debería explicitar en el nivel de la cultura como una búsqueda permanente de comunicación que permita hablar de las diferencias (multiculturalidad), no en un sentido de oposición sino de complementariedad, potenciando una construcción que nos permita ver que una diferencia se articule en otras.

*                                En cuanto a la función propedéutica, es importante destacar que es en la posición crítica, donde se despliega con mayor fuerza las virtudes de las Humanidades y las Ciencias Sociales, ya que es precisamente la que abre el ámbito de la utopía como posibilidad de construcción de nuevos horizontes en el campo de las prácticas sociales y las relaciones humanas.

*                                Frente a la función de preparación para la vida productiva, la Modalidad promueve el descubrimiento de la propia posición cultural e ideológica como heredera de una historia, y el reconocimiento del significado e importancia de la comprensión plena del otro como condición de posibilidad del desarrollo de sí mismo. Frente a la problemática actual del trabajo, es necesario que los sujetos tengan una gran flexibilidad y una gran capacidad para la adaptación al cambio.

 

 1.2 Referencias a los contenidos escolares:

 

*                                Sobre la función social de la escuela en relación al conocimiento.                                                                                               Las complejas relaciones donde el conocimiento se produce, se distribuye y es apropiado exigen tener un punto de vista amplio y flexible sobre el conocimiento en general y más especialmente sobre el conocimiento científico en particular. Los alumnos deben apropiarse de los contenidos de las diferentes disciplinas de la Modalidad, construyendo significados que les aporten saberes duraderos  y que al mismo tiempo sean el punto de partida para nuevos conocimiento. Estos contenidos conforman una totalidad. Es conveniente tomar en cuenta esta perspectiva para no ignorar las crisis, las rupturas, las remodelaciones, los cambios, evitando una lógica acumulativa y lineal.

*                                Sobre los criterios de selección de los contenidos seguidos en la elaboración del currículum.                                                                           La Modalidad Humanidades y Ciencias Sociales conforma una unidad construida y organizada con fines pedagógicos y como tal remite a una concepción de conocimiento abierto a los cambios y particularmente situado en un contexto de necesidades y demandas. Los criterios curriculares que permiten la agrupación de esos contenidos resultan de la transposición didáctica y de la contextualización institucional. Por lo tanto, el campo se presenta como una estructura sistémica dirigida, por un lado, a la comprensión de su problemática específica de una manera global y contextual, y por otro, al cumplimiento de la función social de la escuela  en lo que respecta a la enseñanza de saberes legitimados públicamente para responder adecuadamente a las demandas de aprendizaje, interpretadas equitativamente.

 

1.3 Idea de currículum que sustenta la propuesta provincial.

 

                        Entendemos por el marco teórico que lo sustenta que el currículum responde a necesidades propias del sistema y de sus actores, hacia los que cumple una función organizadora y estructurante, es decir, les da organización, información y conocimiento a través del cual establece una estructura de sentido y un sistema de pensamiento. Según Sacristán el currículum tiene carácter procesal, y por el marco referencial de este documento, estaríamos frente a un currículum prescripto, en el sentido de que emana del gobierno del Sistema Educativo. Su objetivo es promover la conservación de la cultura y propiciar su actualización, en función de valores sociales consensuados. Asegurando iguales condiciones de enseñanza, estableciendo puntos de partida y de llegada comunes que permitan la certificación de los aprendizajes.

 

1.4 Idea de sujeto y de mundo que sustenta la propuesta.   

 

                        El mundo actual se caracteriza por la globalización y la complejidad. La globalización designa acontecimientos tales como: la expansión de ideas democráticas y liberales (liberalización de los mercados de capitales), revolución informática (desarrollo intensivo de la economía simbólica y medios de comunicación), pobreza y desigualdad, quiebre entre sociedad de mercado - estado asistencial – democracia, y contradicciones o conflictos emergentes entre lo local y lo global.

 

1.5 Competencias en función del sujeto y del mundo que pretende formar.

 

                        Los sujetos deben tener una gran capacidad de adaptación al cambio. Sin embargo, la formación crítica, teórica, hermenéutica y ética constituye hoy un baluarte para superar las tensiones y contradicciones.

 

1.6 Organización del conocimiento.

 

                        La estructura curricular de la Modalidad de Humanidades y Ciencias Sociales está integrada por áreas, ellas son:

*      Lengua y Literatura

*      Lenguas Extranjeras

*      Matemática

*      Formación Ética y Ciudadana

*      Educación Física

*      Ciencias Naturales

*      Humanidades y Ciencias Sociales

*      Tecnología

*      Artes y Comunicación

 

1.7 Lugar del espacio curricular (ej. Historia y Sociología) de su área (Humanidades y Ciencias Sociales) en la estructura curricular (parrilla).

 

Encuadre cuantitativo.

 

1.   En la Formación General de Fundamento:

1º Año: Historia I............ 4/38 horas cátedra

 

  1. En la Formación Orientada:                                                                                 2º Año:
    1. Historia  II ..........4/38 horas cátedra        
    2. Sociología..........3/38 horas cátedra

 

1.8 Tipo de Contenido.

 

                        Estos contenidos son básicos, ya que su dominio es requisito para una participación plena en la vida comunitaria. Básicos no significa elementales, pero si dan competencias necesarias para la vida. Son contenidos de Fundamento.

 

1.9 Competencias especificadas para la modalidad que colaboran a formar el espacio elegido.

 

*      Comprender, interpretar y transformar procesos de desarrollo personal con miras a la formulación de un proyecto de vida.

*      Comprender e interpretar procesos de interacción en el mundo sociocultural, para fortalecer la capacidad de participación reflexiva sobre el mismo.

*      Focalizar, profundizar, desarrollar en integrar aquellas problemáticas relevantes de la agenda contemporánea desde una perspectiva disciplinaria, multidisciplinaria e interdisciplinaria.

*      Emprender estudios superiores haciendo viable la permanencia y el egreso en dichos estudios.

*      Valorar el compromiso ciudadano con la democracia, en el marco de los valores de la solidaridad, participación, responsabilidad, tolerancia y espíritu crítico.

*      Aceptar los juicios críticos divergentes, en el marco del encuentro dialógico, que permite el crecimiento de las sociedades.

*      Elaborar, ejecutar y evaluar proyectos de investigación – acción acordes con las orientaciones de la modalidad.

 

2. Analizar la propuesta curricular de un espacio curricular de su área profesional.

 

Utilice las herramientas conceptuales que se han presentado y elabore:

 

2.1. Un listado de elementos / componentes que en ese Diseño Curricular se incluyen.

                       

                        Algunos de los elementos / componentes que incluye el diseño curricular del área Formación Ética y Ciudadana son:

 

*                        Descripción de la función ética y ciudadana, cuya finalidad es brindar a los/las estudiantes una formación que profundice y desarrolle valores y competencias vinculados con la elaboración proyectos personales de vida y con la integración a la sociedad como personas responsables, críticas y solidarias.

*                        Espacios de integración que permitan a los alumnos  y alumnas vincular los conocimientos, creencias, capacidades y valores adquiridos en el seno de su familia, en sus grupos de pertenencia y en etapas previas de enseñanza, con el sentido de justicia, el comportamiento solidario, la defensa de la democracia y el compromiso a favor de los derechos humanos.

*                        Saberes que permitan fundamentar racional y argumentativamente las valoraciones, la convivencia democrática, el estado de derecho, la participación política, la responsabilidad social, la búsqueda del propio bien y a solidaridad.

*                        La interacción entre alumnos y entre miembros del equipo docente como pieza clave en la configuración y consolidación de valores y actitudes personales.

*                        La sociedad globalizada como contexto, donde domina un solo modelo económico, con una sola hegemonía de las comunicaciones, y con Estados nacionales, en los cuales cada vez son más difusas las reivindicaciones de soberanía, tanto política como territorial.

*                        El concepto de Estado que posee grandes contradicciones en su articulación con la sociedad civil y que debe dar respuesta a los grandes problemas ético-sociales que de ella surgen.

*                        La ciudadanía como crítica de las socializaciones posibles; sus fundamentos filosóficos, económicos, políticos y sociales, como así también los valores que estos suponen, y que le dan marco a estas nuevas problemáticas del siglo XXI.

*                        Elementos para la vida en común, basados en una fundamentación racional de la convivencia, donde confluyan reflexiones específicas de la ética, la política, el derecho, la historia, la geografía, la sociología, la economía y la antropología.

*                        La interpretación de una demanda social en términos de una ciudadanía democrática participativa con los suficientes principios y saberes como para hacerse cargo responsablemente del estado de derecho.

 

2.2. Un listado de los elementos / componentes sobre los cuales se prescribe.

 

                        El diseño curricular de referencia se ejerce sobre los siguientes elementos / componentes:

 

*                        Sobre la etapa de crecimiento en la cual los estudiantes buscan afianzar su identidad personal y social, se aproximan a la edad en que pueden ejercer plenamente los derechos ciudadanos, y pueden internalizar fundada y responsablemente valores, así como elegir formas de inserción en el mundo adulto, como ciudadanos comprometidos con lo local, con el país y con su gente.

*                        Sobre la capacidad de elaborar juicios morales y políticos acerca de la realidad en la que viven, y la capacidad de generar en ellos el compromiso necesario para la construcción de proyectos comunes dentro del marco que ofrece la vida en democracia.

*                        Sobre la capacidad y el ejercicio de la argumentación, el diálogo y la participación.

*                        Sobre la función pública de la escuela: el enseñar.

*                        Sobre la función social de la escuela: el ser la institución solidariamente autónoma, de enseñanza de contenidos educativos, legitimados públicamente.

*                        Sobre la formación del nuevo sujeto requerido por la sociedad democrática del siglo XXI, que necesariamente debe ser pluralista, comprometido con la puesta en práctica real de los derechos humanos, como eje normativo de la sociedad.

 

2.3. Identificar algunos de los contenidos nulos en el espacio curricular.

 

                        De la lectura de los descriptores no surgen con claridad algunos contenidos, por lo tanto los podemos considerar como nulos, que debieran ser claramente explicitados, dados el tipo de sociedad que vivimos y la composición de la población escolar a la cual está dirigida el dictado del área.

                        Previo, por lo tanto, y necesario para la descripción de los contenidos nulos, es preciso caracterizar, a nuestro criterio la sociedad en la que vivimos y la población escolar objeto.

                        Nuestra sociedad, más allá de las descripciones que puedan brindar las descripciones de la institución escolar, no se encuentra imbuida por las nociones que caracterizan a una sociedad justa; esto es Justicia Social, igualdad, derechos, bien común, solidaridad, etc., sino que todavía se halla atravesada por los valores neoliberales del mercado, que glorifican el individualismo, y al lucro y la avaricia como motores del mercado, y por ende de toda la sociedad.

                        Por otra parte dada la universalidad del nivel polimodal, gran parte de la población escolar a la cual se imparten los conocimientos de referencia son parte de los excluidos por el sistema, y por lo tanto futuros ciudadanos de derecho, pero dudosamente de hecho.

                        Teniendo en cuenta los dos párrafos anteriores, y más allá de algunas menciones a mecanismos de defensa a los Derechos Humanos, a las distintas concepciones de la igualdad, y a la solidaridad en la organización y en la sociedad y en la política; no se percibe la presencia de contenidos que enseñen a los estudiantes, que se encuentran a un paso de insertarse a un ambiente social por demás hostil, formas de organizarse para su propia autodefensa, o para lograr la inserción en las luchas por la distribución de la renta social.

                        Llama poderosamente la atención la presencia de estos contenidos nulos, dado que la vida social muestra numerosos y variados ejemplos de formas de autoorganización para la defensa de los derechos de los excluidos (caso de piqueteros, movimientos alternativos, comedores comunitarios, etc.); así como los más tradicionales de defensa de derechos sociales de la población incluida (sindicalismo, mutualismo, cooperativismo, etc.).

                        Resulta llamativo por lo menos, ya que en la síntesis explicativa se expresa que: “ … un contexto de sociedad globalizada … Estados Nacionales, en los cuales cada vez son más difusas las reivindicaciones de soberanía, tanto política como territorial”. la ausencia de contenidos referidos a los intentos de conformación de entidades políticas supraestatales como respuesta a la amenaza globalizadora, tales como MERCOSUR, Comunidad Europea, etc., que importan la necesidad de constituir un corpus de valores que den sustento a esta nueva conformación política.

 

2.4. ¿Cómo se fundamenta el abordaje del espacio?

 

                        El fundamento del abordaje de este espacio curricular se encuentra dado por la necesidad planteada por una fuerte demanda social de generar una nueva ciudadanía apta a los desafíos planteados la globalización hegemónica en los albores del nuevo siglo.

                        El área de Formación Ética y Ciudadana debe proveer elementos para poder construir una ciudadanía participativa, pluralista y solidaria.

 

 

2.5. Releve los criterios de selección de contenidos que se utilizan para sostener la validez de las propuestas.

 

                        El criterio de selección de contenidos del área se encuentra relacionado a la necesidad de enseñar saberes que permitan fundamentar racional y argumentativamente las valoraciones, la convivencia democrática, el estado de derecho, la participación política, la responsabilidad social, la búsqueda del propio bien y la solidaridad. Todos ellos conceptos que se consideran esenciales para la construcción de la nueva ciudadanía.

 

2.6. ¿Cómo sugiere que se trabajen los contenidos? ¿Cómo se organizan los contenidos? ¿Con qué formato?, ¿qué tipo de contenidos explicita? (Códigos).

 

                        Con respecto al primer interrogante del presente punto, consideramos que los contenidos deberían trabajarse, conservando una unidad conceptual, en forma diferenciada según la pertenencia social de los estudiantes de cada unidad educativa. A aquellos sectores que ya se encuentra afrontando situaciones de exclusión, o en serio riesgo de caer en ella, deberían brindársele mayores herramientas conceptuales que permitan desarrollar formas de autoorganización; ya que la única forma en que estos jóvenes podrán ejercer su ciudadanía es mediante instrumentos de lucha.

                        El área presenta sus contenidos organizados en cuatro grandes descriptores:

       Discernimiento ético.                                                                                                             Relacionados principalmente a una conceptualización sobre la moral y a su distinción con la ética.

       La vida democrática.                                                                                                             La democracia como forma rectora de la organización social, y los pilares sobre los que se asienta: Constitucionalismo social, forma de gobierno, representatividad e instancias de participación.

       Los derechos humanos.                                                                                                        Su génesis, fundamentación, características y mecanismos de garantía.

       La sociedad justa.                                                                                                                  Distintas relaciones entre democracia, justicia social, estado, mercado, poder y solidaridad.

 

2.7. ¿Qué entiende por descriptores?

 

                        Etimológicamente descriptores son el conjunto de palabras claves que complementan el significado del extracto de una porción de un área temática. Si tenemos un extracto que nos habla, en nuestro caso, de La sociedad justa, en descriptores se introducen palabras relacionadas con el tema central del recorte del área, como por ejemplo: Justicia social y democracia, Estado y mercado, la solidaridad, etc., que no estaban contenidas en el extracto y complementan el significado de éste.

 

2.8. ¿Qué capacidades pretende desarrollar?

 

                        Desde el punto de vista de la formación ética la capacidad que se pretende desarrollar es la autonomía moral a través del análisis lógico.

                        Por su lado la formación ciudadana debe desarrollar la capacidad de poder construir una convivencia solidaria; la capacidad democrática responsable en el orden social, y la crítica racional de los modos históricos sociales de socialización y ordenamiento social.

 

2.9. Reflexionar sobre las expectativas de logro de logro planteadas, ¿Qué entiende por expectativas de logro?

 

                        Las expectativas de logro son metas mínimas a las cuales arribar, mediante la selección y propuesta de los contenidos socialmente legitimados y las estrategias didácticas adecuadas que garanticen la adquisición de competencias.
                        Respecto de este tema, las expectativas remiten al logro de competencias, entendidas éstas como capacidades complejas. Las competencias implican el valor formativo para su aplicación en todas las circunstancias de la vida, y por otro, la posibilidad de adquisición de saberes específicos.

 

2.10. ¿Cree que las orientaciones didácticas ayudan al docente para fijar una posición con respecto a cómo pensar el currículum y las prácticas? ¿Cuál? Explicite identificando las recomendaciones propuestas.

 

                        Si entendemos a las orientaciones didácticas a las sugerencias metodológicas, creemos que, dentro del marco de la relativa libertad de cátedra vigente a nivel medio, existe un grado de libertad para poder incluir en el currículo del profesor, los contenidos que más arriba mencionamos como nulos.

                        Esto es así porque el documento literalmente menciona que: “Dentro de este marco se propone un enfoque metodológico que promueva ejercicios de diálogo y discusión e induzca a la reflexión sobre la propia experiencia cotidiana del alumno, sobre las valoraciones, sus acciones morales consecuentes, como así también el análisis de formas de organización social, relaciones del poder con el derecho y con la economía, de formas de entender la representación y la participación y de formas de articulación de la justicia y la equidad”. De este párrafo se deduce que se promueve trabajar sobre las propias experiencias cotidianas del alumno, sobre las formas más efectivas de autoorganización social que sirva para la defensa de sus derechos. En línea con ello: “Realización de trabajos investigativos o indagativos que presentan la situación de aprendizaje como una situación-problema que exige solución a través de la argumentación moral y del análisis crítico y fundado”.

 

2.11. ¿Qué otros elementos tendría que tener en cuenta para contextualizar la enseñanza del espacio a partir de los lineamientos de la propuesta provincial?

 

                        Si previamente afirmamos que: “el currículum responde a necesidades propias del sistema y de sus actores, hacia los que cumple una función organizadora y estructurante, es decir, les da organización, información y conocimiento a través del cual establece una estructura de sentido y un sistema de pensamiento”; y que “estamos frente a un currículum prescripto, en el sentido de que emana del gobierno del Sistema Educativo”,  cuyo “… objetivo es promover la conservación de la cultura y propiciar su actualización, en función de valores sociales consensuados”; y que uno de estos valores socialmente consensuados es la integración de nuestra sociedad nacional en una macro-región, lo que obligadamente requiere un nuevo formato de ciudadano, con nuevos valores a defender; es imprescindible para poder cumplir los lineamientos de la propuesta provincial la inclusión de contenidos y orientaciones didácticas acordes con esta línea de pensamiento.

 

2.12. ¿Considera que los marcos asumidos en la fundamentación del Diseño Provincial aparecen en la propuesta del espacio curricular? ¿De qué modo?

 

                        Creemos que la propuesta de este espacio curricular específico, efectivamente es congruente con el campo de la modalidad Humanidades y Ciencias Sociales, ya que a la vez que permite la comprensión de la problemática de la Formación Ética y Ciudadana, se convierte en herramienta que permite el cumplimiento del mandato social de la escuela.

                        La única observación que consideramos pertinente, nos remite a los que consideramos contenidos curriculares nulos dada la marcha actual de nuestra sociedad, y de su inserción en el proceso globalizador.

                       

2.13. ¿Qué lugar ocupa el docente en esta propuesta?

 

                                   Dadas las características de los saberes impartidos, fuertemente relacionados a la promoción de los principios del orden democrático y de la vigencia de los derechos humanos, que requieren ambos de una ciudadanía participativa, pluralista y solidaria; la propuesta pone en un lugar central a la mediación pedagógica del docente, lo que se desprende  del listado alternativo de estrategias didácticas.

 

3. Analice “Aportes para la elaboración de secuencias didácticas.  Polimodal, del espacio elegido. 2005” sugeridas para el trabajo en el aula por la DGE.

 

                        Lo que se prescribe desde la DGE para el trabajo en el aula son: los bloques temáticos, las expectativas de logro, los descriptores y la bibliografía. En la mayoría de los casos también hay sugerencias metodológicas en cuanto al abordaje de los contenidos y la metodología que se privilegia.

                        El que prescribe es un especialista en el área, docente o académico. Debido a que es de carácter provincial, también esta definido por decisiones políticas.

                        La metodología que se sugiere es la integración de contenidos conceptuales, procedimentales y actitudinales en relación a actividades que recuperen la experiencia de los alumnos. Se pretende trabajar desde la multiculturalidad y la multiperspectiva de los actores sociales, siempre a partir de una actitud critica sobre la realidad.

                        También se privilegian los trabajos de investigación o las actividades aula taller.

                        Lo que se pretende lograr es la formación integral del alumno, tanto desde lo que hace a los contenidos de cada una de las disciplinas, como a las actitudes y capacidades que el estudio de las mismas puede generar o potenciar en el sujeto.

                        Esta forma de intervención responde en gran parte a lo que el alumno debe saber, aunque no deja de considerar (en menor medida) la formación integral del alumno y aquello en lo que se debería convertir, a partir de la adquisición de las capacidades buscadas.

                        En cuanto a la relación Currículo-Sujeto-Contexto, esta debería estar dada por la interacción continúa. El Currículo debe responder y adaptarse tanto a las características, situaciones y necesidades del sujeto como al contexto en el que este esta inmerso.

                        Nos cuesta en muchos casos a partir de nuestra experiencia docente encontrar una coherencia entre lo planteado por la política curricular y la propuesta áulica. Muchas veces lo acotado del tiempo, los problemas de disciplina al interior de los diferentes cursos, los intereses divergentes de los alumnos y la falta de recursos físicos para desarrollar alguna de las actividades, generan que las propuestas y los hechos difieran y se alejan hasta puntos muy distantes.

 

4 Elabore una conclusión integradora estableciendo relación con los contenidos trabajados en el espacio.

 

                        Nos parece que el material acercado en este trabajo se debe utilizar para la reflexión, la discusión y la puesta en común dentro de cada área de trabajo en la escuela. El mismo es de poca utilidad, si no se cuenta con un diagnóstico preciso sobre el perfil del alumno que tenemos, su situación actual, sus intereses y el contexto en el que esta inmersa la escuela. Por todo esto, es que consideramos que este material, tiene el carácter de ser, una sugerencia para construir la secuencia didáctica en el aula, pero no es suficiente en si mismo.

                        Lo dicho en el párrafo anterior tiene mucho mayor sentido para el espacio de la Formación Ética y Ciudadana, una expresión de lo cual son los que detallamos como curriculums nulos; ya que nos enfrentamos a alumnos, que, precisamente son las víctimas de la incapacidad del Estado y de la sociedad de dar mínimas respuestas a las demandas que se les plantean; lo que los lleva a ser los ejecutores de la violencia cuasi anómica que atraviesa nuestra sociedad, y a la escuela en particular.

 

 

 

                       

Aporte para el debate curricular. EL CURRICULUM EN LA ERA DE LAS POLÍTICAS CURRICULARES. Flavia Terigi

En: Novedades Educativas, año 9, nº 78, junio de 1997.

 

 

Abrimos con este trabajo una serie de notas destinadas a aportar a maestros y profesores elementos que entendemos son necesarios para comprender las políticas sobre el curriculum y participar del debate curricular.

 

 

En los últimos años, la educación argentina ha experimentado cambios de gran importancia. Está pendiente de demostración que se trate de los cambios requeridos por los problemas históricos que viene acumulando el sistema educativo, y es hoy objeto de discusión pública que estén siendo impulsados con los cuidados del caso. De todos modos, las políticas de transformación están a la vista  y de algún modo han contribuido, entre otras cosas, a crear ciertas formas de sentido común que todos compartimos acerca de la educación en nuestro país.

Una de estas formas del sentido común es la que parece recoger como novedad de los tiempos que corren, la preocupación por el curriculum. Seguramente el lector nunca ha estado tan atento al tema, y posiblemente ha tenido más oportunidades que nunca antes de leer trabajos sobre el diseño y el desarrollo del curriculum. Como si el diseño curricular fuera una novedad de los tiempos que corren, como si las instituciones educativas nunca hubieran intervenido en procesos de especificación del curriculum definido en el nivel político, el discurso de la reforma y el de los comentaristas de la reforma coincide al menos en algo: estamos en la era del curriculum. Dicho de otro modo: se trata, hoy más que nunca, de que el curriculum ha sido colocado en un lugar central de la agenda educativa. Pero, ¿estamos, efectivamente, en la era del curriculum? Y, si es así, ¿tiene esto algo de novedoso?

 

 

¿Estamos en la era del curriculum?

 

Sin duda, hoy se habla del curriculum más que antes, se realizan inversiones financieras específicas para elaborar diseños curriculares jurisdiccionales, y las instituciones educativas han incorporado al menos a sus preocupaciones -cuando no a sus acciones- el nuevo trabajo de definir un proyecto pedagógico institucional en el cual el curriculum juega un lugar estratégico. Incluso se constata que la temática curricular ha sido incorporada a los requerimientos de capacitación definidos por el Ministerio nacional para los docentes de todos los niveles del sistema.

Sin embargo, no pocas veces todo este discurso sobre el curriculum no ha hecho sino tratar con nombres nuevos prácticas con cierta tradición acumulada, lo que nos ha llevado a sospechar que "es posible que hoy se hable de curriculum donde años atrás se hablaba de planificación, de contenidos mínimos, o de plan de estudios" (Terigi, 1996a: 14).

Que existan currículos no es una novedad. Que se los proponga como referencia para la práctica docente, tampoco. Que desde el nivel político se sostenga que las instituciones deben realizar un trabajo específico sobre el curriculum, tiene sin duda el valor agregado de una habilitación, pero es algo que numerosas escuelas venían realizando y no garantiza que las instituciones con tradiciones pedagógicas débiles podrán aprovechar tal habilitación.[1] La abundancia de proclamas inaugurales en el discurso de la reforma no debería llevarnos al extrañamiento respecto de las viejas versiones del curiculum con las que hemos venido trabajando.

¿No hay, entonces, nada nuevo bajo el sol? Sí, pero es bastante más sutil que la elaboración provincial de currículos, o la demanda de trabajo curricular institucional. La novedad de los tiempos que corren es la articulación del curriculum con un conjunto peculiar de acciones definidas a nivel político; la novedad no es la existencia del curriculum, sino de unas políticas curriculares que colocan a aquél como un aspecto relevante (el aspecto relevante, a juzgar por el énfasis local) de la política de transformación de la educación.

 

 

La era de las políticas curriculares:

 

En nuestro país, esta centralidad del curriculum en la política de reforma es evidente. En el marco de unas críticas a menudo feroces al desempeño del sistema educativo y de sus docentes, el curriculum ha sido colocado a la vez como novedad y como solución: se trata de elaborar currículos donde no los hay, de modernizar los que existen, y de incorporar a todos -viejos y nuevos currículos- los saberes socialmente significativos que parecen haberse perdido en algún vericueto de la historia.

Pero no es un rasgo exclusivo de la política local. Desde hace por lo menos una década el curriculum ha sido definido como aspecto relevante del conjunto de la política educativa en los países centrales (por ejemplo, el Reino Unido[2] y Estados Unidos), y desde hace unos pocos años esta tendencia se ha extendido a nuestros países: el gobierno brasileño de Fernando Enrique Cardoso parece seguir los pasos ya recorridos por la Argentina, toda vez que ha avanzado en la elaboración de unos Parâmetros Curriculares Nacionais (PCN) que "configuran una propuesta abierta y flexible, a ser concretizada en las decisiones regionales y locales sobre currículos y sobre programas de transformación de la realidad educacional emprendidos por las autoridades gubernamentales, por las escuelas y por los profesores" (Brasil, Ministerio de Educaçao e do Esporto, 1996:5. Original en portugués).[3]

Los ejemplos podrían multiplicarse. Lo que interesa señalar es que en el curso de la última década se ha consolidado como tendencia en los países occidentales (incluyendo Australia) la creciente importancia del curriculum en el marco de una política educativa caracterizada por la descentralización administrativa (Bolívar, 1996). Lo que sucede en Argentina es, en todo caso, parte de este proceso global.

En décadas anteriores, las preocupaciones en política educativa (aun si no devenían en transformaciones concretas) estaban volcadas hacia la igualación de las oportunidades, la masificación de la enseñanza media y superior, la democratización de la escuela, y el mejoramiento de la rentabilidad social e individual de la educación. En nuestro país y en otros de América Latina, el proceso democrático puso en el centro de la agenda la cuestión de la democratización interna del sistema educativo: se procuraba remover las formas del autoritarismo presentes en la escuela, e instalar nuevas prácticas más acordes con el movimiento democratizador que se verificaba en la esfera política.

Pero en la última década, "el objetivo social democrático de ampliar la igualdad de oportunidades (en sí una reforma social bastante limitada) ha perdido mucho de su fuerza política"... (Apple, 1996:38). "Nociones tales como igualdad y justicia social retroceden en el espacio de discusión pública y ceden lugar, redefinidas, a las nociones de productividad, eficiencia, «calidad», colocadas como condición de acceso a una supuesta modernidad" (Da Silva, 1994:14). "Todo ello se traduce en una ofensiva contra las políticas igualitarias del pasado a las que se culpabiliza del presunto «descenso general del nivel», la igualación de todos a la baja, la crisis de valores de la juventud, etc." (Fernández Enguita, 1990:118).

En el mismo movimiento, enmarcado por la ofensiva neoconservadora, una importante cantidad de esfuerzos se han concentrado en la definición y ejecución de unas políticas sobre el curriculum; asistimos a un creciente "interés de los gobiernos de los estados por extender su control sobre lo que vale como conocimiento oficial" (Apple, 1996:89. El destacado es nuestro).[4]

 

 

Del diseño curricular a las políticas de control del conocimiento oficial:

 

En el terreno de la política educativa, la creación de un espacio conceptual para pensar las políticas sobre el curriculum es un fenómeno reciente. No estamos diciendo que antes no han existido políticas curriculares; sí que, clásicamente, la preocupación curricular principal de las gestiones políticas estuvo puesta en la elaboración de diseños curriculares.

Más adelante, se incorporó la preocupación por abarcar no sólo los documentos oficiales en los que se prescribía lo que debía enseñarse, sino también el conjunto de procesos que determinaban qué era lo efectivamente enseñado. Se dio lugar a la diferenciación entre diseño y desarrollo, pero se pretendió resolver el desarrollo a nivel del diseño, proponiéndose lograr la elaboración de documentos que contuvieran detalladamente los dispositivos para su aplicación en el aula. Currículos sumamente detallados (como ha sido entre nosotros el Diseño Curricular de 1981 de la Municipalidad de la Ciudad de Buenos Aires), la búsqueda del control remoto de la enseñanza por medio de materiales "a prueba de docentes",[5] etc., caracterizan este modo de entender el desarrollo curricular.

Más tarde, se otorgó márgenes para la operación de los docentes; no sólo los espacios que habitualmente deja cualquier diseño (en todo lo que se refiere a aspectos que no puede llegar a prescribir) sino espacios deliberadamente previstos para el trabajo institucional en cada escuela. La responsabilidad de la gestión política alcanzó a la formulación del texto curricular, y a un acompañamiento posterior de los procesos de desarrollo curricular en algunas instituciones.

Sería cómodo concluir que hoy en día asistimos a la ampliación de tal acompañamiento al conjunto de las escuelas. Sin embargo, la cuestión es más compleja; nuevamente, más sutil.

 

 

¿Cuáles son las características de estas políticas curriculares?

 

Aunque los rasgos que vamos a enumerar no se encuentran en todos los casos igualmente representados, constituyen notas características del modo de concebir las políticas sobre el curriculum:[6]

 

·       A pesar de que se montan sobre tradiciones curriculares sumamente diferentes, es una tendencia general de las políticas curriculares la convergencia en un modelo centralizado del curriculum.

 

Ya sea definido como saberes básicos que todos los currículos jurisdiccionales deben respetar (los CBC argentinos), como niveles de logro aceptables para cada grado de la escolarización (el Curriculum Nacional británico), etc., el curriculum tiene carácter nacional en el sentido de ser una prescripción obligatoria para el conjunto del sistema, aún atendiendo a las vías de reelaboración que se hayan previsto en el marco de cada política curricular nacional (la elaboración de diseños jurisdiccionales, la selección a cargo del docente, etc).

Es interesante cotejar el caso argentino y el británico porque ofrecen dos ejemplos del modo en que tradiciones educativas sumamente divergentes tienden a converger en estas prescripciones nacionales. Nuestro país tiene una tradición centralista en educación; los procesos de transferencia son relativamente recientes, y los procesos descentralizadores se están desarrollando con innumerables dificultades. Inglaterra, en cambio, tiene una larga tradición de descentralización educativa, debido al fuerte peso histórico de sus Local Educational Authorities (autoridades educativas locales) en la administración, el financiamiento y la evaluación de las escuelas. No obstante, en ambos casos la tendencia es a una creciente centralización del curriculum.

También es interesante observar que en los países con una fuerte tradición centralista, las políticas curriculares siguen un esquema progresivo de aplicación: los niveles de concreción españoles (Coll, 1989), los niveles de especificación argentinos (MCE, 1994), siguen un modelo top- bottom (de arriba hacia abajo) definiendo un primer nivel nacional, luego uno jurisdiccional y finalmente el reconocido a instituciones y docentes. La extrapolación del mismo modelo a países con fuerte peso de las comunidades municipales, como ha sido el caso de los PCN brasileños, no ha hecho sino incrementar las resistencias que en tales contextos despiertan de por sí estas políticas por su efecto recentralizador (Moreira, 1996).

 

·       Se establece como base de legitimidad la lógica del conocimiento académico:

 

La conformación de comisiones de notables destinadas a definir lo que habrá de contar como conocimiento oficial es una estrategia repetida de país en país. Es conocida la operatoria de definición de los Contenidos Básicos Comunes en nuestro país. Apple documentó una situación análoga en Estados Unidos: "Se consideraba que el poder ya no lo detentaban quienes estaban apegados a una larga tradición de debate curricular sino quienes -por ejemplo, Bruner y su cohorte de expertos centrados en las disciplinas- podían tener cosas interesantes que decir acerca de lo que se debe enseñar en las escuelas, pero cuyas filiaciones primarias no tenían que ver con escuelas y maestros sino con sus compromisos disciplinarios. Y si bien muchos expertos en curriculum hicieron serias objeciones a lo que consideraban un giro injustificado hacia un curriculum manifiestamente basado en las asignaturas y quizá elitista, en general no se los tuvo en cuenta fuera del público profesional limitado para el que escribían" (Apple, 1990:380. El destacado es nuestro).

 

La apelación a los expertos busca un efecto de legitimación de las propuestas curriculares centralizadas; y tiene como correlato la descalificación del discurso y la práctica pedagógicos, verdaderos "convidados de piedra" de estas políticas.

 

·       El formato de los materiales curriculares los acerca más a una larga enumeración de cuestiones a ser enseñadas o evaluadas que una prescripción útil y orientadora:

 

Sea por el nivel de detalle que alcanza la definición de los contenidos, sea por la complejidad de las formulaciones, e inclusive por la yuxtaposición de criterios no explícitos (Terigi, 1996b), lo cierto es que estas propuestas centralizadas son extensas, poco comprensivas y desarticuladas. Un informe reciente sobre la implementación del Curriculum Nacional en las escuelas primarias inglesas mostró que "el curriculum resulta difícil de manejar, demasiado complejo y excesivamente prescriptivo (con 450 enunciados de adquisición sólo para las etapas 1 y 2, y 39 enunciados de fin de etapa)" (Elliot, 1995:262. Cursiva en el original). Un producto breve, no obstante, si se lo compara con nuestros Contenidos Básicos Comunes.

 

·       Las políticas de recentralización del curriculum se asocian con políticas de control de los resultados del sistema y de los docentes, en especial a través de evaluaciones también centralizadas:

 

Estamos frente a un punto central. Como ha señalado Beltrán Llavador, "el menor control sobre lo escolar (...) se ve compensado por otros mecanismos de control curricular como la profileración de esfuerzos en la determinación de estándares para la valoración del conocimiento". "Podría creerse", aclara el autor, "que la desregulación de ciertos aspectos escolares y la hiperregulación de otros tienden a compensarse. No es así. Lo que ocurre en realidad es que sus efectos se suman resultando de hecho un mayor abandono a los mecanismos del mercado"... (Beltrán Llavador, 1995:153).

Lawn ha señalado, para el caso inglés, la relevancia de la estandarización para el control de los docentes y de las escuelas en el marco de un sistema descentralizado: "El Curriculum Nacional es una necesidad en un sistema que tiene como intención la despolitización (eliminar la naturaleza cívica) de la enseñanza y el objetivo de someter el maestro a una gestión. El nuevo énfasis en la eficacia y los deberes no es viable sin un estándar que permita juzgar" (Lawn, 1990:390. Original en inglés, cursivas en el original).

Lo mismo sucede en el caso australiano, donde a comienzos de los noventa se creó la Corporación Curricular de Australia (Kemmis, 1990). Analizando las funciones de esta corporación, escribía Kemmis por entonces: "Por un acuerdo entre los estados y el Commonwealth, el nuevo organismo, por lo tanto, podrá imponer no sólo un curriculum más estandarizado sino también sometido a un control central y nacional riguroso. Las genuflexiones retóricas con respecto a la diversidad, al respeto por las distintas necesidades y circunstancias individuales y comunitarias, hasta ahora no se han visto confirmadas por propuestas prácticas que aclaren de qué manera se podría lograr una respuesta a la diversidad estatal, regional, local o individual. Por otro lado, los mecanismos para lograr uniformidad y acatamiento son obvios: un estudio nacional sobre las similitudes y diferencias sugiere posibilidades para la racionalización, propone el desarrollo basado en contratos de pautas y materiales para el curriculum nacional, y se sigue discutiendo la posibilidad de una evaluación nacional" (Kemmis, 1990:398).

En países que, como Inglaterra, llevan años aplicando políticas de curriculum nacional y tienen una tradición evaluadora fuerte, la evaluación establecida en forma homogénea por el poder central para todos los sujetos en edad escolar se ha convertido en el verdadero curriculum. Como señala Elliot, en el caso inglés los maestros enseñan atendiendo no a los niveles de logro definidos como aceptables para cada grado de la escolarización en el texto del Curriculum Nacional británico, sino a los ítems de evaluación contenidos en las pruebas correspondientes a cada uno de los Key Stages[7] (Elliot, 1995). Es lógico que lo hagan, toda vez que a los resultados de la evaluación son utilizados para rankear a las escuelas: "En la fase de implementación, el National Curriculum se ha convertido en algo que se parece más a una camisa de fuerza que a un recurso flexible, porque está siendo utilizado por el Estado como vehículo para proporcionar la clase de información de tests que permita comparaciones entre escuelas que constituyan la base para la elección de los padres y para la distribución de recursos a los centros" (Elliot, 1995:247. Cursivas en el original).

 

La transformación educativa argentina ha generado su propio artefacto a este respecto: la Subsecretaría de Evaluación Educativa implementa por cuarto año consecutivo las pruebas del Sistema Nacional de Evaluación de la Calidad de la Educación previsto en la Ley. Independientemente de los agregados recientes, que tienden a sutilizarlo, el operativo consiste en una serie de pruebas de rendimiento en áreas básicas del curriculum (característicamente, Lengua y Matemática) que se toman en los niveles primario y secundario, en escuelas públicas y privadas, urbanas y rurales. Aún es difícil saber si llegará a ser un sistema censal de evaluación, o si conservará su actual carácter muestral. Lo que sí sabemos es que las escuelas han sido rankeadas.[8]

No es exagerado suponer que este ranking podrá convertirse en base para la elección de los padres. Que se convierta en criterio para la reasignación de recursos sería un error -excepto siguiendo un criterio de discriminación positiva-, toda vez que, según la misma información ministerial, las escuelas que obtienen mejores resultados tienen buenos edificios y suficientes recursos didácticos. Es interesante -y alarmante- advertir que en Gran Bretaña los resultados de los alumnos en las pruebas de evaluación han sido tomados como base para la diferenciación de las remuneraciones docentes, y que en su momento se autorizó a los padres a deducir de su declaración anual de impuestos, la suma diferencial que invirtieran en enviar a sus hijos a escuelas mejor rankeadas (Diker y Terigi, 1993). Coincidimos en que "la evaluación de la calidad a nivel nacional constituye uno de los pilares de un modelo de estado que, a nivel central, no presta directamente el servicio educativo, pero define las metas que deben ser alcanzadas y evalúa su cumplimiento" (Diker, 1996:61).

 

 

No todo lo que reluce...

 

Sería alentador pensar que las políticas curriculares actuales sólo han sido definidas para mejorar los currículos y restituir a las instituciones la capacidad de operación sobre éste. Sin que tal restitución sea imposible, es dudosa la devolución del control, toda vez que aquella se realiza en el marco de una política que recentraliza la definición de lo que debe contar como conocimiento en la escuela, descalifica el conocimiento característico de los docentes (el conocimiento pedagógico- didáctico), produce materiales de difícil manejo y tiende a asociarse con unas políticas de control de la acción de los docentes a través del desempeño de los alumnos. Que todo esto tenga lugar en forma no coercitiva -esto es, que efectivamente estemos interesados en definir proyectos institucionales, que nos parezca legítima la apelación a los expertos en las disciplinas, que estemos haciendo enormes esfuerzos para lidiar con libros y cuadernillos que nos indican lo que debemos hacer, que nos resulte natural que los docentes ingleses enseñen según las pruebas y no según el curriculum- no cambia el fondo del asunto. Es, simplemente, muestra del nuevo sentido común que hemos pasado a compartir.

"Hacer compatibles ambos lados (iniciativas centrales y responsabilidades locales), más que objeto de regulación legislativa, de tutelaje o de control supervisor, es asunto de generar una cultura escolar y social propicia para la reconstrucción y apropiación de la educación, en sus contextos naturales, por parte de sus propios agentes" (Bolívar,1996:263/4). Que las condiciones actuales sean propicias para ello, es otra discusión. Contar con elementos para entender es, de todos modos, una condición.

 

 

 

Bibliografía y documentación citada:

 

APPLE, Michael (1996). El conocimiento oficial. La educación democrática en una era conservadora. Barcelona, Paidós.

 

APPLE, Michael (1990). "The politics of official knowledge in the United States". En: Curriculum Studies. 22 (4), pp. 377/ 383. Traducción de Noemí Rozemblat.

 

APPLE, Michael y JUNGCK, Susan (1990). "No hay que ser maestro para enseñar esta unidad: la enseñanza, la tecnología y en control en el aula". En: Revista de Educación, núm. 291, p. 149/ 172.

 

BELTRAN LLAVADOR, Francisco (1995). "Desregulación escolar, organización y curriculum". En: AA.VV. (1995): Volver a pensar la educación, Vol. II: Prácticas y discursos educativos. Publicación del Congreso Internacional de Didáctica. La Coruña, Paideia/ Morata.

 

BOLIVAR, Antonio (1996). "El lugar del centro escolar en la política curricular actual. Más allá de la reestructuración y de la descentralización". En PEREYRA, Miguel Angel et al (comps.) (1996): Globalización y descentralización de los sistemas educativos. Fundamentos para un nuevo programa de educación comparada. Barcelona, Pomares- Corredor.

 

BRASIL. MINISTERIO DE EDUCAÇAO E DO ESPORTO (1996). Parâmetros Curriculares Nacionais. Documento introdutôrio. Secretaría do Ensino Fundamental- SEF. Versión agosto de 1996.

 

COLL, César (1989). "Psicología y curriculum. Una aproximación psicopedagógica a la elaboración del curriculum escolar". Cuarta edición. Laia, Barcelona.

 

DA SILVA, Tomaz Tadeu (1994). "A «nova» direita e as transformaçoes na pedagogia da politica e na politica da pedagogia". En: DA SILVA, Tomaz Tadeu y GENTILI, Pablo (1994). Neoliberalismo, qualidade total e educaçao. Brasil, Vozes.

 

DIKER, Gabriela (1996). ¿De qué hablamos cuando hablamos de calidad?". En: Novedades Educativas, n° 65. Buenos Aires, mayo de 1996.

 

DIKER, Gabriela y TERIGI, Flavia (1993). Al que tiene, se le dará. Una lectura de la política educativa neoconservadora en Gran Bretaña. Trabajo inédito. México.

 

DIKER, Gabriela y TERIGI, Flavia (1996). La formación docente: fundamentos teóricos y empíricos. Segundo premio del Concurso 1996 Academia Nacional de Educación.

 

ELLIOT, John (1995). "El papel del profesorado en el desarrollo curricular: una cuestión irresuelta en los intentos ingleses de reforma curricular". En: AA.VV. (1995): Volver a pensar la educación, Vol. II: Prácticas y discursos educativos. Publicación del Congreso Internacional de Didáctica. La Coruña, Paideia/ Morata.

 

FERNÁNDEZ ENGUITA, Mariano (1990). "El discurso de la calidad o la calidad del discurso". En su: Juntos pero no revueltos. Ensayos en torno a la reforma de la educación. Madrid, Aprendizaje Visor, 1990.

 

KEMMIS, Stephen (1990). "Curriculum theory and the State in Australia". En: Curriculum Studies. 22 (4), pp. 392/400. Traducción de Noemí Rozemblat.

 

LAWN, Martin (1990). "From responsibility to competence: a new context for curriculum studies in England and Wales". En: Curriculum Studies. 22 (4), pp. 388/391. Traducción de Noemí Rozemblat.

 

MINISTERIO DE CULTURA Y EDUCACION DE LA NACION (1994). Aplicación de la Ley Federal de Educación. Buenos Aires.

 

MOREIRA, Antonio Flávio (1996). "Os Parámetros Curriculares Nacionais em questao". En: Educaçao e Realidade, 21 (1), Tema em destaque: Currículo e Política de Identidade. Porto Alegre, enero/ junio de 1996.

 

TERIGI, Flavia (1996a). "Aportes para el debate curricular. Notas para otro análisis de la política curricular en Argentina". En: Novedades Educativas, año 8, nº 66.

 

TERIGI, Flavia (1996b) "Aportes para el debate curricular. Sobre conceptos, procedimientos y actitudes". En: Novedades Educativas, año 8, nº 64

 

 

 



[1] Por esa razón hemos afirmado en su oportunidad que la reforma argentina está suponiendo el tipo de institución que es necesario contribuir a generar (Terigi, 1996a).

[2] El caso británico es paradigmático y amerita un análisis detallado. Destinaremos al mismo la próxima entrega de esta columna.

[3] Acercaremos al lector información ampliada sobre el proceso curricular en Brasil en una próxima nota.

[4] Es interesante observar que algunas fundamentaciones de las políticas curriculares actuales arrancan con los mismos diagnósticos de la década del ochenta, para agregar en los noventa alternativas de solución en las que está fuertemente involucrado el curriculum. El caso de los PCN brasileños es claro: a un diagnóstico de "profunda segmentación social", producto de "la desigual distribución de la renta", y a las urgencias de un "mercado de trabajo inestable", se responde en los noventa con "una propuesta educacional que tenga en vista la calidad de la formación a ser ofrecida a los estudiantes" (Brasil, Ministerio de Educaçao e do Esporto, 1996:4. Original en portugués), propuesta que ofrece como renglón original, respecto de las políticas desarrolladas en años anteriores, la elaboración de los PCN.

[5] "Los materiales "a prueba de docentes" son materiales de instrucción que se diseñan de modo tal que -según se pretende- no se requiera conocimiento ni aún medianamente informado acerca del objeto de enseñanza para poder aplicarlos; la efectividad de la enseñanza está garantizada por la lógica de diseño del material, de modo tal que si se lo aplica metódicamemte y tal como ha sido previsto, la enseñanza tendrá lugar. En el artículo sugerentemente titulado «No hay que ser maestro para enseñar esta unidad», Apple y Jungck exponen agudamente los sinsabores por los que atraviesa la empresa de enseñar con tales materiales; en este caso, «que los maestros que no sabían nada de ordenadores pudiesen `enseñar´» (Apple y Jungck, 1990:160)" (Diker y Terigi, 1996:132).

[6] La bibliografía que permite reconstruir las políticas curriculares en otros países es sumamente dispersa por el momento, y en general se encuentra indisponible en castellano. No obstante, razones de extensión nos obligan a hacer referencias muy sintéticas a los casos. Sabemos que esto puede ser un problema, por lo que pedimos disculpas al lector.

[7] Los Key Stages son niveles clave de logro de los alumnos, definidos de modo progresivo, asociados en las políticas de evaluación a una serie de pruebas de rendimiento que se toman a los 7, 11 y 14 años (Elliot, 1995).

[8] En la primera plana del diario Clarín del jueves 15 de mayo de 1997, se lee: "Un ranking de las mejores escuelas". En páginas 38/ 39 se ofrecen sendas listas de las escuelas mejor rankeadas en cada jurisdicción para el nivel primario y el secundario, citándose como fuente en ambos casos el Ministerio de Educación de la Nación.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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Los textos con gráficos no se visualizan correctamente por deficiencias técnicas del blog, o del blogger; ¡es lo que hay!

Texto: Currículum, intersticios, transposición y textos

 

En torno a la Teoría curricular

Hay 4 posiciones o perspectivas teóricas:

Ø Estructura organizada de conocimiento: Expresión de la adquisición de saberes y el desarrollo personal reflexivo.

Ø Plan de instrucción: Selección y organización de contenidos. Elección de experiencias significativas. Definición de las condiciones que la hacen posible.

Ø Sistema Tecnológico de Producción: Esquema racional. Una serie de contenidos se estructuran como contenidos deseables de la instrucción. Prioriza los criterios de eficiencia y eficacia y el ” Cómo enseñar”

Ø Solución de Problemas: Especificación para comunicar características y principios esenciales por lo que está abierto al escrutinio y traslado a la práctica.

Los contenidos: Elemento constante. Son el eje de la problemática curricular.

Zabalza

Fuentes del conocimiento:

Ø Perennialista: Aquellos que defienden como imprescindible la transmisión de datos permanentes como valores consolidados.

Ø Esencialista: Con esta posición se identifican aquellos que le dan importancia a la significación y actualidad de los contenidos.

Usos del conocimiento:

Son las concepciones que buscan la eficacia destacando la funcionalidad de los haberes.

Schiro

Ø Objetividad:Acentúa la consideración pura y simple de la realidad de las cosas.

Ø Subjetividad:Realidad individual subjetiva del alumno.

CURRICULUM REAL

(En él se articulan las distintas transposiciones didácticas que son el conjunto de procedimientos y mediaciones).

 

Currículum Prescripto:

Proceso en el que se constituye la MATRIZ del curriculum

Es la propuesta oficial escrita y explícita en los programas. Norma que ya constituye una transposición, en la medida que fija el conocimiento enseñar.

Propuesta editorial:

Mediación hecha por las empresas editoriales.

Cultura pedagógica de los docentes:

Conocimiento internalizado por los docentes.

Instituido

 

El Currículum Prescripto como institución o norma.

Consideraremos el Currículum en tanto norma organizadora de la práctica de las instituciones escolares.

La Institución: remite a lo establecido, lo reglado, lo que aparece como NORMA, ante los actores que pertenecen a ella, vinculando, reuniendo y administrando fuerzas y procesos heterogéneos: sociales, culturales, económicos y psíquicos.

Schubert dice que “el campo del Currículum no es solamente un cuerpo de conocimientos, sino que es una dispersa y a la ves trabada organización social”

“La ordenación del currículum forma parte de la intervención del Estado en la organización de la vida social. Ordenar la distribución del conocimiento es una vía no sólo de influir en la cultura, sino en toda la ordenación social y económica de la sociedad” (Sacristán)

Una organización de algo

Se asocia la institución con Un sistema de pensamiento

Un nudo que entrelaza saber con permanencia

En la propuesta curricular estas “maneras obligatorias” encuentran una formulación explícita.

Currículum construye un cerco cognitivo

 

Implica una forma regular e imponer un determinado recorte de saberes y un determinado reparto del conocimiento dentro del sistema educativo, así como una forma de establecer un sistema de pensamiento.

Necesidad de construir cercos cognitivos: organizar recortes de los saberes a ser repartidos con una determinada estructura de sentido.

Necesidad Normativa: aparece como exigencia para asegurar algo determinado.

Necesidad en lo curricular: necesidad de articular un conjunto de necesidades diversas.

El currículum cumple un papel estructural y estructurante del sistema educativo.

El curriculum organizador cumple funciones igualmente estructurantes con los diversos actores.

Docentes

El curriculum prescripto define y delimita lo esperable.

Implica simultáneamente una propuesta y una demanda de profesionalización.

Cumple una función creativa al tener una estructura intersticial, los docentes pueden completar la norma = posibilidad de innovar, agregar, interpretar, moldear el discurso curricular prescripto.

Padres

Debería cumplir una función de información necesaria para la elaboración de estrategias de participación.

Al cumplirse estarían en mejores condiciones para efectuar el seguimiento de las trayectorias escolares de los alumnos.

El currículum responde a necesidades propias del sistema y de sus actores, hacia los que cumple una función organizadora y estructurante, es decir, supone un cerco de organización, información y conocimiento a través del cual establece una estructura de sentido y un sistema de pensamiento.

 

DOBLE FUNCIONALIDAD DEL CURRÍCULUM

Función de estabilización.

Elemento marco que se aplica a un sistema homogeneizándolo y articulándolo. Función estructurante.

Función de innovación.

Todo currículum incluye la posibilidad transformadora que se encarna en los actores. Esta función se sostiene en una estructura decisional que se manifiesta en la interpretación de la norma y en las distintas transposiciones de las que son objeto los contenidos.

Los intersticios de la norma.

Intersticio: espacio o hendidura. Dos cuerpos o en un distinto cuerpo.

Ninguna normativa puede clausurar su significación en forma hermética, es decir, explicitar la totalidad de significados que es posible adjudicarle.

Los aspectos no previstos del currículum prescripto tienen importancia en las consecuencias no anticipadas y no deseadas que pueda tener.

La textura abierta de una normativa permite simultáneamente un margen de creatividad y libertad en la interpretación y un espacio no controlable en función de dicho margen.

El currículum real resultará del tejido de la norma y del modo en que los actores de cada institución utilicen los intersticios, es decir, del modo en que estos se desenvuelvan en las zonas de incertidumbre.

 

Dos maneras de analizar los intersticios.

Ø Como DEPOSITOS: cuya forma extrema es la cripta y conlleva el riesgo de clausura organizacional.

Ø Como PUNTOS DE ARTICULACIÓN: centros de irradiación innovadora, cede de lo instituyente.

En un sistema dura el intersticio puede, desde la prescripción, ver obstaculizada su utilización para la innovación y articulación. Se bloquea su capacidad instituyente.

Las prescripciones pocas veces contemplan en profundidad la posibilidad de entrelazamiento: esto se desplaza al docente, serían los encargados de asegurar la función de articulación, ya que serían los que hacen uso o no del margen de libertad presente en los intersticios de la prescripción curricular.

 

Contenidos y Transposición didáctica.

Según Graciela Frigerio se puede entender a la transposición como un proceso complejo de transformaciones adaptativas por el cual el conocimiento erudito se constituye en conocimiento u objeto a enseñar y este en objeto de enseñanza (o conocimiento enseñado).

Es clave el hecho de que en el proceso, los distintos actores a la hora de tomar desiciones deben conciliar dos lealtades: la lealtad al génoma cultural, que incluye el problema de de la necesidad curricular (ligar el “saber con permanencia” cuando el saber cambia); y la lealtad al conocimiento erudito. Además entre estas dos lealtades se encuentra una serie de cuestiones como la necesaria adaptación del conocimiento, el respeto por el alumno, la libertad del actor, etc.

Acerca de la transposición didáctica.

Cuatro elementos, enumerados por Miler, necesarios para pensar la institución:

Ø el reconocimiento de la existencia de saberes

Ø la aceptación de que hay saberes transmisibles

Ø la existencia de agentes encargados de la transmisión

Ø una institución que contacta a los agentes con los sujetos a quienes los saberes están destinados, lo que conlleva normas que regulan los intercambios.

Cuando se trata de conocimiento de saberes se debe admitir que hay “saberes rebeldes” a la institución escolar, que no requieren de una institución para ser transmitidos. Y existe otro tipo de saberes que requieren recursos humanos formados para transmitir la estructura y constitución interna de las diferentes áreas del conocimiento.

Frigerio retoma el concepto de transposición didáctica enunciado al principio y señala que tales transformaciones pueden ser deformaciones, sustituciones o nuevas creaciones que se apoyan en el conocimiento erudito.

Entonces la transposición didáctica opera distintos deslizamientos:

  • Un conjunto de sucesivas modificaciones del saber o conocimiento erudito, el cual, necesariamente ligado en su origen a la tarea de los científicos, participa como tal de una lógica de producción individual y social.
  • La transposición articula saberes independientes del ámbito escolar con una transposición de conocimientos públicos y específicos; capacidades y maneras de percibir y pensar el mundo. En consecuencia el conocimiento a enseñar está constituido por el conocimiento que debe ser enseñado, es decir aquel que se designa como los contenidos del currículum de cada áreao asignatrura y se establece en la propuesta oficial.
  • Del conocimiento a enseñar al objeto de enseñanza o conocimiento enseñado. La transformación se desprende del esfuerzo por pasarle la propia concepción del docente o forma en que éste posee el contenido a una representación del mismo para facilitar la comprensión del alumno. ( Sacristán)

Hasta aquí, en el análisis de la transposición se incluyó el análisis del currículum prescripto y la interpretación que del mismo hacen los docentes. Si se incluye la propuesta editorial. Y se suman las distintas intervenciones en la distribución del conocimiento, de los agentes modeladores del currículum (expertos en su elaboración, autores de los libros de textos y profesores), que poseen diferentes grados de poder y autonomía, el análisis se torna más complejo y surgen riesgos.

Acerca de los riesgos de la transposición.

El proceso de transposición conlleva los riesgos de crear falsos objetos de conocimiento y producir con ellos una sustitución patológica del conocimiento erudito. En ambos casos puede cuestionarse la validez del objeto resultante, en términos científicos, sociales y culturales e individuales. Estos riesgos se agudizan por el ocultamiento del proceso de transposición, que da origen a los objetos de conocimiento. La transposición no es presentada como tal, entonces se confunde la reconstrucción del objeto a enseñar con el objeto mismo.

Una característica inherente de la transposición es su resistencia al desocultamiento. De este modo, un efecto posible de la transposición es que el conocimiento a enseñar sea tomado “como si” fuera el conocimiento erudito o el conocimiento.

Es inevitable que los conocimientos eruditos sufran en las distintas transposiciones didácticas una recontextualización que lo transforme en conocimiento a enseñar. Pero esas recontextualizaciones son válidas hasta la creación de falsos objetos de conocimiento.

Una dimensión en los procesos de transposiciones didácticas es la temporalidad de del currículum (la obsolencia de los contenidos y la validez de los programas escolares). Sin temporalidad las instituciones se alienan, es decir que lo instituido pasa a dominar a lo instituyente, de manera que la sociedad pierde capacidad autonomía.

El currículum en tanto norma y el carácter que adopten las diferentes y sucesivas transposiciones puede dramatizar, neutralizar o revertir las tendencias a la alienación de los sistemas educativos.

El ocultamiento del proceso de transposición también permite reflexionar sobre el grado en que los sistemas educativos pueden ir aislándose e independizándose del sistema social, del poder político y de los saberes.

Norma, intersticios, textos y práctica.

Libro de texto:

Ø Soporte básico de gran parte de los docentes y casi la totalidad de los alumnos.

Ø Mediadores privilegiados y más influyentes.

Ø Las editoriales hacen su propia interpretación y desarrollo del programa de cada nivel educativo.

Ø Son simultáneamente una traducción de la propuesta oficial y del conocimiento erudito.

La propuesta editorial.

Las diferentes posibilidades respecto de la prescripción curricular son:

Ø Los textos pueden reproducir la norma curricular oficial. Pueden ser triviales o duros.

Ø Los textos pueden aprovechar los intersticios del currículum para abrirlos o para obturarlos.

Ø Los textos pueden realizar una propuesta específica independiente de la prescripción: una posición transgresora.

El sistema educativo es difusor de la cultura del manual. La postura más frecuente es aceptar el libro de texto tal como viene y adoptar a él sus propias previsiones sobre la enseñanza.

En el análisis de cada texto hay que analizar el modo y el grado en que se cumplen tres de las funciones asignadas al lenguaje:

Pragmática: apunta a lograr fines buscados, influyendo en las actitudes y acciones de los demás hacia nosotros y hacia el mundo. Desde esta perspectiva el texto debería ser utilizado por el docente como un medio y un mediador.

Matética: el lenguaje cumple con la función de crear mundos posibles, al mismo tiempo que opera como medio para lograr que informemos a los otros y que ellos nos informen.

Metalingüística: se sostiene en un principio intersubjetivo: el desequilibrio implicado en el hecho de que cada sujeto posee conocimientos que a otros les faltan puede corregirse con un acto de conversación. Este desequilibrio opera en la base de todo acto de enseñanza – aprendizaje.

La capacidad de comprender lo desconocido se encuentra en la imaginación creativa o en el desarrollo de un pensamiento no trivial. Esto constituye uno de los desafíos al que los textos están confrontados respecto de los actores del sistema educativo.

Carpeta Final de la Materia Curriculum. Profesorado de Ciencias Políticas y Administración Pública

CURRICULUM – CARPETA FINAL.

 

Texto introductorio. (Romero – Páez).

 

Por currículo se entiende a la síntesis de elementos culturales que conforman la propuesta político educativa pensada por diversos grupos y sectores sociales cuyos intereses son diversos y contradictorios, aunque algunos tiendan a ser dominantes y otros tiendan a oponerse y resistirse a esa dominación

El curriculum debe constituirse en un momento histórico, recuperando a sus más genuinos propósitos e intereses académicos, para desarrollar una de las más complejas e importantes capacidades humanas: la capacidad de pensar de manera inédita, osada, crítica, creativa y comprometida

 

Curriculum  no es un concepto, sino una construcción cultural. Esto es, no se trata de algún objeto abstracto que tenga existencia fuera y precia a la existencia humana. Más bien es un modo de organizar una serie de prácticas educativas.

 

                        El curriculum como campo de estudios tiene que ver con la transformación de personas una vez que pasaron por ese curriculum, entonces hablar de curriculum es hablar de formación de la identidad, de formación de la subjetividad.

 

                        Supone proponer singularidad. La educación igualadora es la acción que hace posible la subjetivación.

                        ¿En qué dirección pensar hoy la intervención en la escuela? No podrá ser fabricar un sujeto homogéneo, ya que la transmisión supone poner a disposición de los sujetos textos y lenguajes que los habiliten para hacer algo más que la mera repetición. Implica un espacio de libertad, donde se interrogue que hacen con lo que se les enseñó.

                        No un sujeto a imagen y semejanza de algún ideal, ni capaz de gestionar por sí mismo las exigencias de un mundo fragmentado, sino en las condiciones que habiliten un porvenir.

 

 


Procesos de desarrollo curricular planteados en los últimos 30 años en los países desarrollados y en los últimos 20 años en la Argentina. (Profesorado).

 

1)                 Fracasa en primer lugar la reforma desde arriba hacia abajo por la burocratización.                                                                                                                   Desilusión de la reforma de abajo hacia arriba porque la gramática escolar permaneció intacta.                                                                                            Existe una propuesta superadora de ambas direcciones de reforma basada en los siguientes puntos:

a.      Centrada en la actividad del aula: Mejora de los aprendizajes de los alumnos, y de los procesos de enseñanza de los profesores.

b.      Construcción de capacidad institucional interna bajo la presión externa del ambiente por la necesidad reclamada de la mejora.

c.      Trabajo en redes de las instituciones escolares.

 


 

Curriculum, política curricular y toma de decisiones. (Ministerio de Cultura y Educación)

 

1)     El curriculum entendido como resultado de una toma de desiciones:

a.      En los 60´:

                                                              i.      Visión técnica: Grupo de materias o áreas que constituyen un plan de estudios.

                                                            ii.      Visión finalista complementaria de la escuela: Conjunto de actividades de aprendizaje realizadas por los alumnos de la escuela, bajo la dirección del maestro y la guía del fin de la educación.

                                                          iii.      Visión institucional: Esfuerzo total de la escuela para lograr los resultados deseados en situaciones escolares y extraescolares.

b.      En los 70¨:                                                                                                              Naturaleza política del curriculum, como distribución del poder y del control social.

c.      En los 80¨:

                                                           iv.      Se desoculta la faz técnica como esencialmente política.

                                                             v.      Se entiende el curriculum como resultante del conflicto entre políticos, técnicos y actores sociales.

2)     El curriculum como objetos social complejo. Sus dimensiones serían:

a.      Curriculum prescripto:                                                                                           Norma u orientación de la enseñanza. Establece punto de partida y de llegada que permiten la certificación del aprendizaje.

b.      Curriculum presente a los profesores:                                                                Medios que traducen significado y contenidos del curriculum prescripto a los profesores.

c.      Curriculum moldeado por los profesores:                                                          Interpretación del docente expresada en la programación.

d.      Curriculum en acción:                                                                                            Interacción docente alumnos.

e.      Curriculum realizado:                                                                                            Efectivos aprendizajes de los alumnos.

f.        Curriculum evaluado:                                                                                             Criterios de relevancia para evaluar la enseñanza del profesor y los aprendizajes de los alumnos.

3)     Transformar el curriculum implica transformar la institución:

a.      Implementar y sostener una política curricular que incorpore los actores del proceso.

b.      Fortalecer los esquemas de decisión de los docentes y de los distintos actores.

c.      Definir nuevas formas de organización institucional coherentes con estas transformaciones y nuevos modos de organización del trabajo docente.

 

 

 


Lo curricular. (Follari, Roberto).

 

                        El curriculum surge derivado del desarrollo de la psicología en el mundo anglosajón y preocupado por la eficiencia y el control de las actividades institucionales.

                        De ello surge una teoría curricular que produce un campo de especialistas que terminan despojando de poder al docente.

                        El conductismo implica que del aprendizaje surgen modificaciones de conducta, que significaron para la acción docente logros positivos y negativos:

a.      Logros positivos:

                                                              i.      Promueve aprendizaje de contenidos.

                                                            ii.      Propende al logro de objetivos.

                                                          iii.      Especifica metodologías y recursos.

                                                           iv.      Determina modalidades de evaluación.

                                                             v.      Promociona cuestiones actitudinales, habilidades y recursos.

b.      Logros negativos:

                                                              i.      Objetivitis.

                                                            ii.      El docente es pautado por técnicos desde arriba, desde centrales de planificación.

 

                        El curriculum debe contemplar:

a.      El perfil profesional guiado por el estudio del mercado global.

b.      El rol y la reflexión académica.

 

El mito curricular:

                        En Latinoamérica surgen limitantes para la planificación curricular:

1.      La falta de recursos y equipamientos.

2.      Una tradición cultural crítica.

                        De estas dos limitantes surge que el curriculum va más allá de la planificación, debe incluir cuestiones institucionales, perspectivas de los docentes y el contexto sociopolítico.

                        Lo curricular desbordó la planificación, se volvió coextensivo de toda la actividad institucional, se tornó una actividad sin límites.

                        Esto reforzó el mito que la teoría de la planificación curricular podía resolver todos los problemas. Cada vez que hay problemas institucionales se propone modificar el curriculum.

 

Sobre el contexto: El curriculum como arbitrario curricular.

                        No existe neutralidad social de los contenidos ni habilidades promovidas.

                        Un arbitrario cultural, implica que existen contenidos y lenguajes que son propios de algunos sectores sociales (medios y altos), por ello se originan las repitencias, desgranamientos y deserciones de los que ingresan de los sectores bajos.

                        Lo arbitrario no se encuentra referido a los valores científicos, sino a los culturales que van implícitos en ellos.

                        Existe una violencia simbólica dirigida a los sectores no favorecidos que son clasificados negativamente.

 

La participación necesaria.

 

                        Para lograr el éxito planificador primero debe lograrse la participación docente, con reales espacios decisorios, con consultas serias y permanentes que investiguen sobre las diferencias entre el curriculum pensado y el vivido.

                        Lo vivido es el espacio de la cotidianeidad, en él mora el perjuicio, las instituciones, las resistencias, que si no son trabajadas permanecen en inercia e influencia activa. Se debe trabajar sobre ello porque determina los límites de la planificación tecnocrática.

 

La planificación problemática.

 

1.      La planificación debe orientarse para una adecuación múltiple, no por la gama de destrezas limitadas de un único puesto.

2.      La lógica de lo académico es distinto de la profesional, debe lograrse una resolución de la tensión entre ambas.

 

                        El curriculum oculto implica supuestos no explicitados que implican luego un arbitrario cultural.

                        El curriculum nulo es todo lo que un plan de estudios deja afuera.

                        Más allá de toda problemática el espacio áulico es el ámbito de iniciativa y creatividad docentes.

 

 


Enseñanza, Curriculum y Profesorado. (Contreras Domingo, José).

 

Introducción.

                                   La enseñanza es una actividad institucional intencionalmente planeada. El curriculum es un campo relacionado con la prescripción de la enseñanza institucional que requiere que se estudien histórica y políticamente las propuestas curriculares y las perspectivas teóricas.

                                   Lo que le preocupa a la teoría del curriculum es mostrar un conjunto global de decisiones que deben tomarse, así como su fundamento para organizar y sostener una propuesta de enseñanza consistente y realizable.

                                   El C. ha pasado de una profundización y justificación de carácter filosófico donde se pretendía reflexionar  sobre la naturaleza y el papel de la enseñanza, a pretender un sistema de enunciados que den cuenta de cuales son las decisiones que hay que tomar, y cuál es su fundamento empírico y normativo. De una reflexión que luego los prácticos podían hacer suya, a una especialización encargada de elaborar prescripciones que los prácticos tienen que llevar a cabo.

                                   Existen dos conclusiones:

1.      El desacuerdo teórico y conceptual el todo lo referente a la T. del C.

2.      Las dificultades para conseguir que las prescripciones realmente funcionen en la práctica.

                                   Con respecto a lo 1º existe desacuerdo en la T. cuando ésta no tiene que explicar, sino proyectar algo; y hay desacuerdo con el C. ¿Hay que definirlo por lo que se pretende, por lo que se hace o por lo que se consigue?

                                   La programación refiere a una forma de enfocar y expresar la prescripción de la enseñanza, lo cual es sólo una parte de la T. del C. La dificultad conceptual del C. no refleja sino la dificultad de la realidad a la que se refiere y las distintas posiciones teóricas, ideológicas y políticas que históricamente se han presentado y que siempre condicionan el campo de la determinación de la normativa de la enseñanza.

                                   Desde la perspectiva del C. la prescripción de la enseñanza se puede entender tanto en su aspecto estructural como en su aspecto dinámico.

 

El concepto de curriculum.

 

                                   Cualquier delimitación del concepto implica que hay que definirse por una serie de disyuntivas. Algunas de ellas:

1.      ¿El C. debe proponerse lo que debe enseñarse o lo que los alumnos deben aprender?:                                                                                                                       La definición de C. no se hace a partir del legado cultural que se quiere enseñar, sino a partir de lo que se piensa que deben aprender los alumnos para vivir en su mundo.                                                                                               Son los resultados pretendidos del aprendizaje, y en general el C. definido por objetivos finales de conducta.

2.      ¿El C. es lo que se debe enseñar y aprender, o lo que realmente se enseña o aprende?                                                                                                                       Se entiende el C. por lo que realmente experimentan los niños en las aulas. El C. es lo que les ocurre a los niños en las escuelas como resultado de lo que hacen los profesores.

3.      ¿El C. es lo que se debe enseñar o aprender, o incluye también el cómo, las estrategias, los métodos y procesos de enseñanza?

a.      Se considera C. a los resultados del aprendizaje  que se desean obtener, o al conjunto de contenidos culturales y de objetivos de aprendizaje, dejando al margen a toda referencia  a procesos instructivos.

b.      El C. incluye la especificación de todas las estrategias metodológicas para obtener los resultados esperados.

4.      ¿El C. es algo especificado, delimitado y acabado que luego se aplica, o es algo abierto, que se delimita en el propio proceso de aplicación?                                   Un C. es una idea que se convierte en una cosa, es decir es la materialización de un conjunto de intenciones.

                                   Toda definición de C. es una definición programática, es decir, predispone a un programa de acción, y expresa de un modo más o menos evidente lo que debe ser el C.

                                   Debe reflejar algo más que intenciones: debe indicar cuál es el modo en que se espera que esas intenciones se lleven a la práctica y debe controlar el modo en que realmente se hace. Es esta preocupación la que da el verdadero valor moral y programático.

                                   El proceso por el que se pretenden las finalidades educativas es indisociable de la propia formulación de esas finalidades. El proceso metodológico y las actividades de la enseñanza no son independientes de las finalidades que las rigen. Conseguir la finalidades es lo que se plantea el C. Diferenciar lo que se enseña, de cómo se enseña es una falsa distinción. Separar C. de instrucción es artificial.

 

Teoría y teorías del curriculum.

 

                                   Conforme empieza el crecimiento industrial a marcar la pauta del desarrollo económico en las sociedades occidentales  y conforme aumenta el sector terciario, la formación especializada se hace más necesaria, y se pone en duda un sistema educativo en manos de la tradición de las disciplinas clásicas, y de un profesorado escasamente formado que lleva a cabo sus enseñanzas en la ejercitación y repetición.

                                   Formado en la necesidad del cambio, el  campo del C. ha rechazado el pasado en base a ignorarlo; mientras que obsesionado por la mejora de la calidad, ha tendido a ignorar las carencias propias del funcionamiento real; lo que lo ha llevado a una concepción simplista e idealista de la realidad.

                                   ¿A qué debe responder una T. del C.? Distintos autores:

ü      Es un conjunto de proposiciones que le dan significado a los fenómenos relacionados con el concepto de C., su desarrollo, su uso, su evaluación; es decir debe dar dimensión sustantiva al campo del C., algo con entidad material, y de la dimensión del proceso, que está formada por la planificación. La puesta en práctica y la evaluación del C.

ü      Conjunto organiza de análisis, interpretaciones y comprensiones de los fenómenos curriculares. Dentro de estos procesos se incluyen las fuentes del C. y el C. en uso.

ü      Combinación de proposiciones orientadas al conocimiento, en cuanto que toda concepción de C. se pronuncia con respecto al desarrollo cultural acumulado en una civilización. Toda T. del C. se define en cuanto a la naturaleza del conocimiento, la manera de entender la realidad del C. y las opciones de valor.

ü      El propósito de una T. del C., sería hacer comprensibles los conceptos y cuestiones que surgen cuando nos planteamos enseñar. Al ser normativa la T. no es verificable a través de la evidencia empírica.

ü      Una T. del C. es una manera de organizar el pensamiento sobre todos los asuntos que son relevantes para su evolución: en qué consiste, cuales son sus elementos importantes, cómo son éstos elegidos y organizados, cuáles son las fuentes para las decisiones y como la información y los criterios provenientes de estas fuentes se trasladan a las decisiones del C.

ü      Conjunto de definiciones, conceptos, proposiciones y otros constructor lógicamente interrelacionados que representan una visión sistémica de los fenómenos curriculares. Su función es describir, predecir y explicar los fenómenos curriculares y servir de guía de las actividades del C.

                                   Las distintas definiciones se pueden diferenciar en cuanto a:

1.      La forma de entender el aspecto sustantivo:                                                                       Toda teorización se entiende en un continuo progresismo – conservadurismo con respecto a:

§        Concepción del conocimiento.

§        Papel de la enseñanza y la escuela en la sociedad

§        Papel de la enseñanza y la escuela con los individuos.

§        Concepción del aprendizaje.

2.      La forma de entender el aspecto formal:                                                                              Define el modo en que se encara la teorización:

i)        La racionalización de programas.

ii)      La racionalización de procedimientos.

iii)    La explicación de fenómenos curriculares.

iv)    Investigación práctica.

3.      En cuanto al aspecto práctico:

3.1.  Primero se realiza la elaboración teórica de lo que debe ser el curriculum, y luego se aplica a la práctica.

3.1.1.     La elaboración del C. se fundamenta en la T. y en la investigación.

3.1.2.     La elaboración es un proceso de deliberación práctica.

3.2.  El C. es un producto interactivo con la aplicación del mismo en la práctica.

 

Corrientes teóricas del curriculum.

 

1.      Teorías que hacen una opción normativa para la enseñanza:                                           Defienden una opción concreta respecto a cuál deber ser el contenido de la práctica instructiva:

1.1.  Racionalismo académico:                                                                                                          La enseñanza debe conseguir que los alumnos adquieran el bagaje de la cultura occidental. Para ello se deben transmitir las ideas y obras que constituyen las distintas disciplinas intelectuales y artísticas

1.2.  El C. como autorrealización:                                                                                           Se valora la experiencia en sí del aprendizaje, el valor humano de las relaciones personales alumno – profesor que hacen a la búsqueda de sí mismos y de su propia construcción.

1.3.  Crítica y cambio social:

1.3.1.     Enfatiza el papel de la escuela y el C. en la sociedad, que deben servir como agentes de cambio social. El estudio no se basa en las disciplinas sociales, sino mediante el estudio y la participación en los problemas reales.

1.3.2.     El cambio social es un fenómeno para el cual debe preparar la escuela. El C. debe prevenir los cambios sociales y preparar a los alumnos para sobrevivir a ellos.

1.4.  Desarrollo de procesos cognitivos:                                                                               El C. debe pretender desarrollar destrezas y habilidades cognitivas que se puedan aplicar a cualquier problema intelectual. Aprender a aprender. Los contenidos no interesan.

2.      Teorías que plantean un procedimiento técnico científicamente fundamentado:                                                                                                                            Desarrollan un tecnología para aplicar a la construcción de programas. Enfatizan la racionalización de procedimientos, al margen de cualquier otra consideración acerca de qué y cómo enseñar.                                                                   Es imposible conciliar estos procedimientos  con las concepciones que favorezcan la auto realización o la crítica social.

2.1.  Los orígenes:                                                                                                                    Ligada al taylorismo. Con la lógica de análisis de los puestos de trabajo, analiza las distintas actividades de la vida adulta con el objeto de poder enseñar más eficazmente en las escuelas.                                                    Un proceso técnico basado en el análisis de la actividad, da apoyo a la doctrina de la eficiencia social en contra del criterio de la utilidad social.

2.2.  Los seguidores:                                                                                                                Concepción curricular apoyada en la racionalidad medios – fines. Propone un modelo lineal que entiende que los objetivos son algo previo a la propia acción, y en donde el resto de los elementos, esto es, la selección y organización de las experiencias de aprendizaje y la forma de evaluación son instrumentales con respecto a los objetivos.

2.3.  La fase tecnológica:                                                                                                         Fuertemente positivistas, recaban la aportación de aquellas disciplinas que puedan fundamentar la aportación de aquellas disciplinas que puedan fundamentar el dividir y particularizar los problemas en unidades mínimas.                                                                             La psicología conductista cumple ese fin.                                                         Este enfoque tecnológico no se plantea los valores, sino que opera con materiales transformados y la comparación de estados iniciales y finales. No es capaz de verse a sí mismo como una práctica social valorativa, y termina en que no cuestionar los valores dominantes es la forma de ser neutral.

3.      T. que plantean sólo la explicación – investigación del C.:                                                Pretenden sólo investigar y explicar los fenómenos curriculares tal cual ocurren en la realidad.                                                                                                      Inevitablemente asumen posiciones de valor desde las que deciden  lo que es o no es significativo para el estudio del C., lo que siempre tendrá consecuencias normativas.

4.      T. que expresan una visión crítica del C. Los reconceptualistas:                           Se critica la falta de perspectiva histórica, el que se haya estudiado el C. tomando distancia de él.                                                                                          Tiende a considerar la investigación como un acto inevitablemente político tanto como intelectual.

5.      El lenguaje práctico como forma de tratar el C.                                                                   T. que rechaza a la T.                                                                                                 El método práctico para la solución de los problemas del C. es la deliberación, el cual no es un procedimiento lineal, sino transaccional.                La construcción del C. debe constar de 4 tópicos: el alumno, el profesor, el entorno y la materia con que se enseña.                                                                         N o es la T. de donde se derivan las soluciones a la conflictividad del C., sino la propia naturaleza de los problemas lo que marca el camino de la solución a través de la deliberación.

6.      T. que entienden la práctica del C. como un proceso de investigación                            El C. no es una serie de respuestas al qué y cómo enseñar que una vez decididas debe adoptar el profesor en clase. Lo define como una herramienta en manos del profesor, quien mediante su búsqueda e investigación va encontrado las respuestas a los problemas que se le plantean.                                                                                                                               El C. no sólo educa a los alumnos, sino que también a los profesores. Son los medios a través de las cuales los profesores desarrollan sus propias ideas y aprenden a trasladarlas a la práctica.                                                           La educación está comprometida con la emancipación del individuo, lo que significa desarrollar su capacidad de autonomía, de realizar juicios críticos e informados y de desarrollar la capacidad de comprensión a través de la utilización del conocimiento, entendido éste como esencialmente problemático.

Teoría curricular. (Sacristán, Gimeno y otros).

 

                                   El estado actual que presenta la T del C es de confusión terminológica y conceptual:

  1. El C como estructura organizada de conocimientos:
    1. El esencialismo y el peremnialismo:                                                                   El C es un programa de conocimientos verdaderos y válidos, esenciales que se transmiten sistemáticamente en la escuela, para desarrollar la mente y entrenar la inteligencia.
    2. La reforma del C y la estructura de las disciplinas:                                           El conocimiento científico es el conocimiento que merece ser transmitido académico en la escuela. Es un conocimiento disciplinado por cuanto se estructura lógicamente en cuerpos organizados de conceptos y principios y requiere para su desarrollo y crecimiento la utilización de métodos disciplinarios d investigación y contrastación.
    3. El desarrollo de modos de pensamiento:                                                           El C es un proyecto complejo orientado a desarrollar modos de pensamiento reflexivos sobre la naturaleza y la experiencia del hombre. Supone un proyecto para desarrollar modos peculiares de pensamiento.
  2. El C como sistema tecnológica de producción:                                                            Implica una diferenciación neta entre curriculum e instrucción, concibe al C como un declaración estructurada de objetivos de aprendizaje. La eficacia del sistema tecnológico requiere que los objetivos que componen el C se expresen a nivel de comportamientos específicos.                                                                                                                               El resulta o producto del sistema educativo es la preparación para realizar actividades profesionales o sociales. Como en cualquier sistema de producción, la eficacia requiere el análisis de dichas actividades concretas que puedan ser producidas en el sistema.
  3. El C como plan de instrucción:                                                                                        El C es un documento que planifica el aprendizaje. Se establece una distinción clara entre C y los procesos de instrucción a través de los cuales dicho plan se actualiza.                                                                                         No puede incluir una mera declaración de intenciones, sino que debe incluir el diseño de elementos y relaciones que posibiliten la intervención en la práctica escolar. Supone la planificación racional de la intervención didáctica en todas sus dimensiones.
  4. El C como experiencia de aprendizaje:                                                                          Es un movimiento empeñado en estudiar dentro del C aquellos aspectos y fenómenos educativos que se producen en la escuela y que, aunque no fueran previamente planificados, ejercen una influencia decisiva en el aprendizaje del alumno.
  5. El C como solución de problemas:                                                                                 La distinción entre C e instrucción es irrelevante, toda vez que al estudiar contenidos y experiencias de aprendizaje debe contemplarse la incidencia de las formas y métodos de intervención didáctica. Un C es un proyecto global, integrado y flexible.

 

 


Curriculum, racionalidad y discurso didáctico. (Salinas, Dino)

 

¿Qué es eso llamado C?

 

                                   Cuando hablamos de C no hablamos sino sobre la forma en que una sociedad en un momento concreto de su historia, organiza un conjunto de prácticas educativas.

  1. Como programa o plan de estudios de carácter oficial, o como conjunto de materias o disciplinas, a veces como objetivos generales, que conformarían ese plan de estudios, o también el conjunto de temas que componen una determinada materia o disciplina.
  2. Contenido escolar, como las actividades que se derivan del trabajo sobre tal contenido.
  3. Propuesta o proyecto educativo, esto es, planificación de “lo que la escuela puede o debe ofrecer”.
  4. Lo que ocurre tanto en las aulas, planificado o improvisado, como el pensamiento individual y colectivo, sobre las posibilidades y limitaciones de diversa índole para que ocurra eso o puedan (o no) ocurrir otras cosas.
  5. Como ámbito de reflexión, de estudios, de análisis, de investigación y de teorizaciones.

                                   Es un modelo educativo para la práctica o desde la práctica que siempre representa una opción pedagógica, y también sobre el papel y las funciones de la escuela, y nosotros mismos como docentes con respecto a la sociedad, los alumno@s, el conocimiento, etc.


                                   Hablar del C, significa debatir los problemas del C, que proyecto queremos, cual es la mejor forma para desarrollarlo, como establecemos criterios y procedimientos de valoración y justificación.            

                                   La práctica de la enseñanza es algo que aquello que profesores y alumnos hacen en el aula; ya que eso se encuentra mediatizado por otro tipo de prácticas sociales, políticas, económicas que conforman un conjunto de posibilidades y limitaciones que dan un sentido cultural específico al diseño, desarrollo y evaluación del C y la enseñanza.

                                   Reflexionar críticamente sobre el C, sólo puede hacerse y desarrollarse en ámbitos democráticos, ya que es una discusión sobre un instrumento de poder y dominación.

 

 


 

 

 

 

 

¿Qué nos dicen las definiciones?

 

Idea de predeterminación de de fines, objetivos o resultados del aprendizaje. Perspectiva centrada en el problema de establecer cuales son los medios más idóneos para alcanzar los objetivos educacionales proyectados.

C centrado mucho más en lo que sucede en la escuela: el concepto de aprendizaje va más allá del aprendizaje predeterminado.

No se establece una relación causal entre lo que sucede en la escuela y el aprendizaje previsto; queda abierta la puerta para otros aprendizajes derivados de la vida escolar.

C centrado en el carácter experimental de hipótesis que se ponen a prueba, y que se justifican  no sólo porque funciona, sino porque vale la pena de que funcione de esa manera.

T del C centrada en el problema de cómo establecer y organizar esos medios que tengan la potencialidad de generar los fines y objetivos prescriptos

T del C centrada en los problemas de enseñanza desde su ubicación en contextos específicos.

Su objetivo será optimizar, analizar que medios y actividades dan lugar a formas de  de conocimiento y de evaluación.

La T del C encuentra su función básica en la posibilidad de mejorar la enseñanza desde su comprensión y explicación como proceso social complejo, siempre discutible y no fácilmente previsible en todas sus facetas.

 

C como proyecto y como realidad.

 

                                   Lo que podemos denominar prácticas escolares no se constituyen únicamente en productos o resultado del C, sino que son ellas mismas los exponentes o evidencias de lo que es el C, es decir una determinada visión sobre el conocimiento y la cultura de una determinada forma de definir y construir el conocimiento.

                                   La escuela selecciona, organiza, distribuye y valora determinados modelos culturales: esto es unos y no otros, tanto desde un proceso de determinación explícita cultural (el contenido de la enseñanza), como desde un proceso de transmisión o, en su caso reconstrucción, de significados culturales (la forma en que se legitima el contenido de la enseñanza a través de las prácticas). El aprendizaje escolar no es únicamente “desarrollo de potencialidades individuales”, sino que se convierte en desarrollo de determinadas potencialidades individuales “socialmente legitimadas” por y desde la escuela.

                                   El trabajo de un profesor en una escuela no se presenta como autónomo, sino que tiene lugar en “espacios de realización” con límites más o menos explícitos.

                                   El “campo de juego” del profesor no es un campo abierto sino claramente limitado sólo dentro del cual puede ejercer su relativa autonomía creativa.

 

La T del C.

 

                                   Una T del C se construye a través de la dialéctica que se establece en el C como posibilidad y el C como realidad.

 


Lo que UD. quería saber sobre deconstrucción y no se animaba a preguntarle al C. (Caruso – Dussel)

 

La insoportable levedad del sentido.

 

                                   La estrategia de la deconstrucción se apoya en una concepción de cómo se produce el sentido. El sentido es patrimonio de la subjetividad; y en ésta están implicados el sujeto y el poder.

                                   O bien las palabras significan por ellas mismas, el significado esta ahí; o bien las palabras significan lo que nosotros queremos que signifiquen. Las palabras no significan por sí solas, el significado trascendente no existe, el poder se inscribe en esos juegos de lenguaje, fijando algunos sentidos más que otros.

                                   Si bien el sujeto es sede de la producción de significaciones, los sentidos que se producen en una situación dada sobre un texto pueden ser múltiples pero no infinitos... Los cambios en la producción de sentidos son posibles, dado que no existe el significado trascendental, pero el lugar del cambio, el sujeto que construye los sentidos, no es, el mismo, completamente libre de los sentidos en los cuales se desenvuelve. Esto es la historia, pone un límite a las posibilidades teóricamente infinitas de combinación de sentidos.

 

Genealogía del C.

 

                                   El C nace con el propósito de reglamentar y controlar las experiencias educativas del mundo medieval que se consideraban más o menos caóticas. El uso del término se encuentra ligado a la Reforma Protestante y la aparición de visiones del mundo  crecientemente racionalistas y disciplinadoras.

 

 

 

 

 

 El C y las obsesiones pedagógicas de la modernidad.

 

Por el método

Asociado al orden y la disciplina, en donde desorden y anarquía son los enemigos del docente.

Por la completud

El mundo, y la sociedad humana, se gobiernan por leyes mecánicas que configuran un sistema cerrado, en el que el progreso transcurre simple y linealmente.

Por lo claro

Se combate la oscuridad, la incertidumbre y la confusión; con lo que quedan negados los momentos de creación como parte del proceso intelectual.

Por la eficiencia

Impulsada por el fordismo y el taylorismo que descompone el  accionar pedagógico. De esta descomposición y de su asociación con la psicología conductista, nacieron los objetivos operacionales.

Por la velocidad

Ligada a la noción del progreso como fuerza imparable.

 

                                   Estas obsesiones constituyen la economía interna de los currículos contemporáneos y alimentan el mito del C como solución de todos los problemas pedagógicos. La oposiciones entre “orden” y “caos”, “disciplina” e “indisciplina”, “claridad” y “”confusión”, “”rapidez” y “lentitud”, “eficiencia” e “ineficiencia”, actúan como jerarquías que determinan cuales son las “buenas”, y las “malas” prácticas docentes.

                                   Derrida sugiere desconfiar de estas oposiciones y ubicarse en el ni/ni: ni el orden, ni el caos, ni el cierre, ni la apertura. Habría que situarse “entre” las oposiciones, buscando crear conceptos nuevos que, aunque se escapen del todo de las tradiciones heredadas, produzcan corrimientos y desplazamientos hacia espacios de mayor creatividad y pluralismo en la escuela.

 

El C como texto

 

                                   Todo  texto supone una práctica textual, en la que se producen sentidos. El texto se construye en la práctica de lectura que es también una práctica de escritura, porque cuando yo leo, de hecho estoy escribiendo otro texto.

                                   El proceso curricular puede ser entendido como operación de lectura y escritura en cada uno de los niveles en que se desarrolla.

                                   No toda práctica de lectura como actividad de recreación y apropiación, es reconstructiva: para serlo, debería apuntar a las jerarquías establecidas, dislocar los sentidos fijados, poner al descubierto el entramado de textos contenidos en cada clase.

                                   Pensar el curriculum como texto significa asumir que no tiene una lógica unívoca. La idea de curriculum oculto supone un significado trascendente  detrás de los diseños y de las palabras. No hay nada por detrás, sino que hay una multiplicidad de textos incluidos. El curriculum tiene una densidad textual que hay que reconocer y recuperar en cada nivel.

                                   Hay que pensar en las múltiples voces contenidas, cada una de ellas también plurales. Cada uno dice algo sobre el curriculum, lo dice desde por sí mismo, o a través de otros, en una cadena de referencias que se pierden en el espacio y en el tiempo. Está la historia, está el presente y está el futuro que cada uno proyecta al mismo tiempo.

                                   El curriculum diario se construye en el cruce de esas múltiples referencias, en el aporte que realiza cada uno de los participantes al encuentro pedagógico que está mediado por su subjetividad y su cultura. El curriculum no es ni lo que quiere la sociedad armónica para sus hijos, ni, como decían los teóricos reproductivistas, la visión del curriculum oculto.

                       

Hacia una matriz abierta.

 

                                   El C prescripto, la normativa curricular, no es el centro de nada, sino que es un texto más entre muchos otros. Esta visión subestima la lucha por una norma más flexible y democrática, ya que desconoce la diferente inscripción en las relaciones de poder entre el Estado y los docentes. El C, siempre involucra cuestiones de autoridad cultural.

                                   Ni pura inestabilidad, ni pura determinación: en este ni/ni, el C puede dar lugar a un proceso de enseñanza y aprendizaje que sea productiva y enriquecedor, que permita la construcción de una autoridad pero que habilite para la crítica y la oposición.

                                   Para construir un C como matriz abierta serían necesarios cuatro ejes:

1.      Riqueza: Refiere al espesor del C, sus niveles de significación, sus múltiples aperturas y significaciones.

2.      Recursividad: Apunta a la posibilidad de reflexionar sobre el conocimiento anterior para producir otro nuevo.

3.      Relaciones: Referidas a las pedagógicas contenidas en esta matriz curricular, que deberían explotar al máximo las combinaciones posibles dentro de la estructura curricular, entre materia, textos y sujetos.                                                                                       Las relaciones culturales deberían ubicar al C en el entramado de referencias que constituye la cultura de la época.

4.      Rigurosidad: No se debe caer en el relativismo total. Las interpretaciones rigurosas deberían partir de una asunción o cuestionamiento de los supuestos previos, y  de una transformación – negociación de esos supuestos en el diálogo con otros.

                                  

 

 


Curriculum: Norma, intersticios, transposición y textos. Frigerio, Graciela.

 

En torno a la teoría curricular.

 

                                   Hay casi tantos conceptos de C como autores que abordan ésta temática. Existen 4 posiciones teóricas:

  1. C como estructura organizada de conocimiento.
  2. C como plan de instrucción.
  3. C como sistema tecnológico de producción.
  4. C como solución de problemas.

 

                                   En todas las distintas tendencias teóricas aparece constante, aun cuando se lo aborde desde perspectivas distintas, la cuestión de los contenidos.

                                   Existen distintas formas de clasificar los contenidos, una de ellas lo hace según las fuentes o el uso del conocimiento:

  1. Según las fuentes:
    1. Peremnialismo: Defiende como imprescindible la transmisión de datos permanentes como valores consolidados; se encuentra centrado en la reproducción.
    2. Esencialismo: Destaca la importancia de la significación y actualidad de los contenidos, entendiendo por tales a los principios básicos que recorren cada disciplina.
  2. Según el uso del conocimiento:                                                                                       En esta categoría se reconocen aquellas concepciones que buscan la eficacia, destacando la funcionalidad de los saberes.

                                   Otra clasificación apunta a la prevalencia acordada a la objetividad o a la subjetividad; es decir según se acentúe la consideración simple y pura de las cosas, o la realidad individual subjetiva de cada alumno.

                                   Estas alternativas encuentran su síntesis en el C real. En él se articulan las distintas transposiciones didácticas, es decir el conjunto de procedimientos y mediaciones a través de las cuales el conocimiento erudito se convierte en conocimiento aprendido. El C real entrelaza el C prescripto, la propuesta editorial y la cultura pedagógica de los docentes.

                                   El modo en que estas propuestas se anuden tendrá formas específicas que dependerán de la organización de cada establecimiento, modelada por la lógica de los actores. Esto es definido como el proceso de construcción curricular.

                                   En este proceso se constituye la matriz curricular, que es un modelo o matriz de aprendizaje que definirá un estilo de construcción curricular institucional, que, resultará de la tensión entre los instituido, la prescripción y la lógica de los actores.

 

El C prescripto como institución o norma

 

                                   El C, en tanto norma es organizador de la práctica de las instituciones escolares.

 

1.      Los conceptos de C, institución y norma:                                                                             La institución remite a lo establecido, a lo reglado, lo que aparece como norma ante los actores que pertenecen a ella

2.      El C como organizador: acerca de la necesariedad.                                                         La necesidad normativa aparece como exigencia para asegurar algo determinado. Existe un conjunto de necesidades, entre las que se cuentan:

a.      Coadyudar a la institución de la sociedad.

b.      Satisfacer las demandas de educación, garantizando una distribución equitativa de saberes.

c.      Elaborar una propuesta pluridimensional que permita la asimilación de distintos aprendizajes.

d.      Otras.

                             El C como organizador cumple un papel estructural y estructurante del sistema educativo, siendo algunas de sus funciones:

a.      El C prescripto define lo esperable para el cuerpo docente, fungiendo como un elemento contractual.

b.      Es una propuesta y una demanda de profesionalización.

c.El C explícito para los padres cumple con la función de información.

d.      Cumple una función continente a la población escolar, facilitándoles la comprensión del itinerario escolar

                                   El C responde a necesidades propias del sistema y de sus actores, hacia los que cumple una función organizadora y estructurante, es decir, supone un cerco de información, organización y conocimiento a través del cual establece una estructura de sentido y un sistema de pensamiento.

                                   La institución sería:

1.      Una organización de algo: Esto se pone de manifiesto en la intención ordenadora y normativa del C, y del papel que desempeña el Estado.

2.      Un sistema de pensamiento: Toda institución es un lugar de discurso y no puede realizar sus fines sino organizando una estructura de sentido.

3.      Un nudo que entrelaza saber con permanencia: La única opción de lograr este entrelazamiento es precisamente una organización.

                                   La institución, a semejanza de la organización biológica, exhibe un cerco de organización, de información y de conocimiento.

                                   Luego el C puede entenderse  como un cerco cognitivo, en la medida que implica regular e imponer un determinado recorte de saberes y un determinado reparto del conocimiento dentro del sistema educativo, así como una forma de establecer un sistema de pensamiento.

                                   Los temas de la tradición escolar al funcionar como verdaderas categorías de pensamiento, delimitan el universo de lo pensable e imponen un conjunto de cuestiones que se constituyen en el modo de interrogar a la realidad, produciendo un mundo ilusoriamente cerrado o terminado.

                                   Sin embargo se manifiesta una tensión entre lo instituido (la norma) y lo instituyente (los actores), de donde surge una doble funcionalidad del C:

  1. Función de estabilización: de carácter estructurante.
  2. Función de innovación: que sostiene una estructura decisional.

 

 

3.                 Los intersticios de la norma.                                                                                                        Existe una zona de incertidumbre, que es un efecto paradojal de las normas, cuyo objeto es en realidad hacer previsibles los comportamientos de los actores. Pero ninguna normativa puede clausurar su significación en forma hermética.                                                                                                                                       Por ello el C deja zonas de incertidumbre y una variedad de espacios intersticiales, en función de lo cual puede considerarse incompleto o inconcluso.                                                                                                                          El C real resultará del tejido de la norma y del modo en que los actores de cada institución utilicen los intersticios, es decir el modo en que estos se desenvuelvan en las zonas de incertidumbre.       

a.                  Las modalidades del intersticio.                                                     Pueden funcionar como depósitos, cuya forma extrema es la cripta, lo que conlleva el riesgo de la clausura organizacional. Esto sería en los casos de los sistemas duros, compuestos por elementos de escasa o nula articulación entre sí; o los triviales que son los predecibles y atemporales.                                                                                           O pueden funcionar como puntos de articulación, centros de irradiación innovadora, sede de lo instituyente. Esto sucede en los sistemas no triviales.                                                                                         Los sistemas duros o triviales limitan los intersticios desde la prescripción, por el carácter abarrotado de la misma. En este caso las propuestas innovadoras quedan la mayor parte de las veces atrapadas en el intersticio, llevándolos a transformarse en criptas.                                    En cambio cuando el sistema opera como no trivial, el intersticio puede operar más fácilmente como un espacio instituyente, definido como punto de articulación, sede de entrelazamiento, que favorece y solicita la aparición y desarrollo de fuerzas instituyentes propias a todo sistema. Desde el intersticio los contenidos pueden ser retomados, resignificados y entramados con otros.                                                                       De todas formas los docentes siempre son los encargados y responsables de asegurar la función de articulación, y quienes en definitiva hacen uso de la libertad presente en los intersticios de la prescripción curricular.

 

4. Contenidos y transposición didáctica.

                                   La transposición debe entenderse como un complejo proceso de transformaciones adaptativas por el cual el conocimiento erudito se constituye en conocimiento u objeto a enseñar, y éste en objeto de enseñanza. En este proceso los actores deben jugar con dos lealtades: la lealtad al genoma cultural, y la lealtad al conocimiento erudito.

                                   Los actores del sistema educativo deben resolver el dilema de cómo transmitir el genoma cultural sin obturar los intersticios y sin transformarse en desleales hacia los productos que el mismo genera y modifica permanentemente.

  1.  Acerca de la transposición didáctica.                                                                            Dijimos que la transposición debe entenderse como un complejo proceso de transformaciones adaptativas por el cual el conocimiento erudito se constituye en conocimiento u objeto a enseñar, y éste en objeto de enseñanza, tales transformaciones pueden ser o bien deformaciones, o sustituciones, o nuevas creaciones que se apoyan en el conocimiento erudito.                                                                                              Los docentes son los encargados de que la transposición didáctica opere otro deslizamiento: del conocimiento a enseñar a conocimiento enseñado.                                                                                                       En la transposición operan distintos agentes moldeadores: los expertos que elaboran el C, los autores de los libros de textos y los docentes. Todos ellos con grados de poder y autonomía diferenciados.
  2. Acerca de los riesgos de la transposición didáctica.                                                   Este proceso conlleva los riesgos de crear falsos objetos de conocimiento y producir con ellos una sustitución patológica del conocimiento erudito.

a.      La lógica del conocimiento erudito es distinta de la lógica del conocimiento a enseñar.

b.      Existe una resistencia al des ocultamiento, esto es que el conocimiento a enseñar es tomado como “como si” fuera “el” conocimiento.

c.      Las distintas reconceptualizaciones son válidas hasta el impreciso límite en que comienzan a crean falsos objetos de conocimiento o en que se producen sustituciones patológicas.

d.      El conocimiento a enseñar sufre un doble proceso de envejecimiento: el biológico con respecto a las formas de conocimiento no escolarizadas, y el moral contra el que se presenta significativo para la sociedad.

                                   El C en tanto norma y el carácter que adopten las distintas transposiciones puede dramatizar, neutralizar o revertir las tendencias a la alienación de los sistemas educativos.

 

5. Norma, intersticios, textos y prácticas.

 

                                   Los libros de texto constituyen una traducción de la propuesta oficial y del conocimiento erudito y conforman, en conjunto, la propuesta editorial. Los textos al dar letra a la norma y según la trama que propongan, pueden utilizar en mayor o menor medida los intersticios y consolidar un sistema trivial o no trivial.

                                   Pueden:

§                     Reproducir la norma oficial:                                                                                             En cuyo caso consolidan sus características restando espacio a la innovación y a la adaptación. Se consolidan los intersticios como depósitos.

§                     Aprovechan los intersticios del C prescripto, para abrirlos u obturarlos:        En el 1º caso los textos se convierten en fuente y sede de articulación de conocimientos, flexibilizando las normas duras, destrivializándolas.                                En el otro caso reiteran y consolidan los sistemas duros, en donde las prescripciones tienden a cristalizarse.

§                     Pueden adoptar propuestas transgresoras con la prescripción:                                 En este caso se ofrece una alternativa distinta a la oficial, en donde los textos se aproximarían a los libros de autores.

 

 


Cambios culturales y transformaciones curriculares. (Gimeno Sacristán)

 

                                   Para abordar los retos de democracia, desarrollo e integración, la educación puede aportar algunas respuestas y debe hacerlo; aunque considere que el mundo de lo escolar es una fuerza muy modesta para lograr las metas que nos planteamos.

 

El C y la idea liberadora de la educación.

 

                                   El programa de acciones que, como posibilidad, se deduce de querer hacer de la educación un instrumento de la democracia, del desarrollo y de la integración, se encuadra dentro de los ideales que tuvieron a la educación como una fuerza del progreso individual y social, en sus vertientes material y moral.

                                   Es una manifestación de la creencia en el progreso en sus fases moral y política. El sistema educativo sirve a la democracia en la medida en que hace efectivo el derecho real a la educación durante una etapa suficientemente extensa de la vida de las personas. Sin educación igual para todos, el ciudadano no está en condiciones de ser tal y de poder  participar en la sociedad con dignidad y con equidad.

                                   El C para la democracia tiene que ser para todos, y si de él se deducen diferencias, sólo será justo cuando esas diferencias impliquen ventajas para los menos dotados.

                                   El primer reto de la democracia es lograr la universalización de la educación; el segundo, hacerlo en condiciones y con los contenidos que aseguren una base de igualdad.

 

Fines estables mudados de significado.

 

                                   La educación tiene una serie de finalidades básicas para el ser humano: volverlo disciplinado, cultivado, civilizado y que se comporte de acuerdo con ciertas reglas morales.

§                     Reproduce o transmite la cultura objetivada.

§                     Cuida del desarrollo y la consolidación de la personalidad del sujeto inmaduro.

§                     Socializa a ese sujeto dentro de un marco de valores de referencia.

§                     Lo prepara para su participación eficiente en las actividades productivas.

                                   El contenido de la idea de progreso atenderá a la dimensión individual y social, a la faceta del progreso material, cultural y moral. La idea del progreso ha quedado indefectiblemente ligada al desarrollo económico, y la educación se entiende como creadora de capital humano para ese desarrollo.

 

Derivaciones del sentido moderno de cultura para el C.

 

                                   Con la modernidad, educar a la infancia y a la juventud es, proporcionar a los jóvenes, y depositar en ellos, las elaboraciones del pasado; es decir, hay que tratar de reproducir un legado cultural.

                                   Otros recursos pueden ayudar en esa transmisión, pero nunca pueden suplir los docentes. Son los responsables fundamentales de la mediación cultural para insertar a los individuos en la continuidad del progreso.

                                   La democracia requiere que las escuelas sean eficaces agentes culturales, que lo sean para todos, y ese reto exige profesores cultos en unas determinadas condiciones de trabajo, que conviertan en reales las promesas modernizadoras.

                                   La concepción moderna de la cultura nos deja dos ideas fuerza: a) que la cultura es algo transmisible, externo a cada ser humano; y b) ésta se dignifica con la apropiación de tal legado. El C. es ante todo, una representación de la cultura que se postula como legado a reproducir para convertirse en algo sustantivo para los sujetos.

                                   El proceso de objetivación de la cultura como cuerpo de contenidos implicó tres operaciones:

  1. Se resaltan los objetos de la cultura. La cultura son esos objetos, lo que lleva a una cierta disociación entre los objetos y sus creadores.
  2. Las obras son lo que llamamos cultura. Reproducir la cultura será un proceso que sigue la concatenación de las obras sustantivas.
  3. Se construye una oposición entre las obras ya sustanciadas como logros culturales y el proceso de de hacerse de todo el conjunto.

                                   El efecto práctico de la sustantivación moderna de la cultura fue elevar a ésta a la categoría de realidad espiritual universal que merece la pena difundirse porque contiene la potencialidad de la dignificación humana.

                                   La resistencia a admitir que la educación es básicamente un hecho de reproducción proviene no de la conciencia del hecho en sí, sino de las actitudes y procedimientos de llevar la misma a efecto, así como las consecuencias que para la práctica de la educación tuvo la sacralización de los resultados y objeto de la cultura que se dedujeron de su proceso de objetivación.

                                   En democracia, la reproducción admisible sólo podrá ser abierta, no fundamentalista y desarrollada en condiciones democráticas. La educación representa una reproducción consciente de la sociedad, y esa condición de reflexividad en democracia, sugiere tener que utilizarla con propósitos que satisfagan las aspiraciones conscientes de toda la sociedad. A la apreciación de la cultura como algo valiosa en sí, y a la tendencia a universalizarla a través de la escolaridad.

                        Esta reflexividad consciente del proceso de reproducción obliga a pensar y a discutir sobre las formas, escenarios y agentes que intervienen en la configuración del texto del C que mejor exprese el acuerdo democrático

                        Este C debe poseer tres ámbitos de significación:

§         Contenidos adecuados al ideal democrático.

§         Efectividad en el acceso a la cultura.

§         Condiciones democráticas en la cultura de la escolarización.

                        Si el C representa el texto a utilizar como guía de la reproducción consciente, implica reconocerlo como un instrumento con historia, como propuesta representativa de la mayor conciencia posible de la sociedad y como instrumento con capacidad simbólica de sugerencia para ser interpretado por los agentes para su desarrollo.

                        Una perspectiva política sobre el texto del C, anula los autoritarismos, potencia la figura de los agentes como lectores intérpretes que han de ser potenciados en su capacidad cultural.

                        Las discusiones sobre el C en democracia son fundamentales, porque tienen que ver con la búsqueda de la representación más integradora de la cultura que ha de configurar el texto que tiene que orientar la reproducción escolar.

                        Ese texto no puede derivarse de una racionalidad indiscutible en todos sus componentes, sino que debe ser el resultado de una discusión en un clima en el que la racionalidad comunicativa se extienda lo más posible.

                        Bajo el régimen democrático el Estado aparece como el garante de la articulación de ese proyecto de texto para que sirva a la igualdad y promueva la participación. Debe garantizar en el sistema escolar el diálogo cultural, en vez de imponer un texto para el C. En el Estado social, no sólo es árbitro de las reglas de juego de los agentes sociales, sino que también el aval de los que no tienen voz.

 

El C para todos.

 

                        En el legado moderno es un valor dignificante la cultura abierta para todos. Todos están llamados a apropiarse de todo. La educación es un instrumento de liberación de las visiones estrechas, de la irracionalidad, del oscurantismo y de las limitaciones de la familia de origen. Es el instrumento para conseguir una aristocracia laica y racional desligada de cualquier otra jerarquización y límite.

                        Existe una contraposición entre liberalismo y reformismo o progresismo social. La izquierda democrática ha sido impulsora de la educación igual para todos, nutriéndola de los contenidos más dignificantes de la herencia universal disponibles. Ha concebido a la tradición como abierta y revisable, y su programa va acompañado de propuestas compensatorias, y del debate de que tipo de cultura es la menos discriminatoria.

                        El liberalismo puso el acento en los valores y las capacidades del individuo, con su libre inteligencia para la alcanzar las máximas metas de la cultura abierta que se le ofrece. Jerarquizó los contenidos de la cultura, los más exquisitos eran propios de las élites tradicionales, mientras que para el resto quedaba lo útil y la cultura general. Aceptó la diferenciación de tipos y niveles de cultura reproducibles en grado y calidad, dando valor a la reproducción cultural asociada a la reproducción de las diferencias sociales.

                        El hombre cultivado no sólo posee una cultura objetivada, vehículo de continuidad en el progreso ascendente, sino que es poseído y moldeado por ella. Para el legado moderno el sujeto es el ser necesitado de cultura, dignificado por ésta. Ser cultivado es un añadido a la condición natural que conforma la condición humana.

                        El progreso en educación ligó la cultura, el cultivo o formación de la persona y la escolaridad universal que hacía posible el nexo cultural entre los dos primeros.

                        Un respeto sagrado por el programa dejaría al programa de la modernidad presa del pasado, mientras que una ponderación absoluta del alumno y de su subjetividad dejaría presa a la educación de un naturalismo inmanentista.

                        Es en el programa abierto donde es posible el ejercicio de la autoridad libre de los sujetos y donde se ejerce y se expresa la libertad pedagógica de las instituciones escolares y de los profesores.

                        El C escolar recibe como consecuencia, la demanda  de ser ampliado en lo que se refiere a los componentes del texto, y se ve impelido a romper o remodelar los marcos clásicos de organización para uso escolar.

                        La escuela no puede materialmente abarcar toda esa complejidad más allá de introducciones generales. Como su tiempo es limitado, introducir nuevos componentes, implica desalojar otros.

                        En el sentido moderno se debe pensar desde el relativismo o desde la pluralidad. El relativismo tiene dos proyecciones básicas en educación. La puesta en tela de juicio de valores universales a difundir para todos en un C unitario, y la duda sobre los contenidos a prender.

                        Si todas las culturas son igualmente respetables, y si además tienen especificidad, no puede haber un C más adecuado que otro.

                        Si añadimos que las culturas tienen una cierta incomunicabilidad, las culturas se nos presentan como una esfera, como un nicho ambiental. Este nicho envuelve y cierra en sí a los sujetos.

                        Desde la fragmentación cultural y desde los supuestos del relativismo sólo se puede deducir alguna de las siguientes actitudes pedagógicas:

§                     Pensamos un artificio de C que se centre en las capacidades humanas comunes a la especie.

§                     Reconocemos el derecho de cada cultura a dispones de su propio proyecto educativo para mantener la construcción de la cultura como entidad supraorgánica por sobre los individuos.

                        Pero las esferas no son tales, la cultura existe sólo en la medida que los individuos la poseen. Por tanto el proyecto de educación no puede cerrarse en cada una de las esferas, y el texto a reproducir deberá ser abierto, mestizo.

                        El C para la integración de diferencias tiene que dar cuenta de las agregaciones de cada cultura y fomentar actitudes de apertura hacia el cambio del sistema dinámico, hacia la contaminación con otros sistemas, sin despertar el fantasma del miedo a la pérdida de los orígenes, o arriesgando la identidad fijada por alguien. La educación debe no sólo dar cuenta de esos procesos, sino fomentar el conocimiento y las actitudes para que los sujetos acepten como valioso lo propio y lo importado.

                        El lenguaje de la diversidad es atractivo y encuentra audiencia fácil en una sociedad que aspira a la democracia y a la libertad. La consideración de lo diferente está amparada por el respeto democrático y en la crítica a la cultura dominante que ha obviado discursos o textos alternativos y formas diferentes de ver la realidad.

                        Una educación para la diversidad es un programa ambiguo con aplicaciones muy distintas: diferentes métodos para sujetos desiguales, escuelas diversas para sujetos encajados en culturas varias. Pero al decidir fórmulas de diversificación, cuando ello implica separación de escuelas y tipos de currículo, hemos de tener en cuenta que estamos trabajando en el mantenimiento de diferencias que no sólo son culturales, sino que suelen llevar añadidas la marca de la desigualdad.

                        La pretensión de regreso a la patria cultural tiene visos de ser una respuesta defensiva ante el sentimiento d creernos perdidos en el mundo que nos rodea. La modernidad implica el desanclaje o desenclave.

                        Parece un contrasentido apoyar la identidad personal en la condición de pertenecer a un grupo cultural concreto y hacer de ella motivo de exaltación de las raíces que unen los sujetos con una cultura como queriendo un amarre seguro. Quizás la inestabilidad a la que ha conducido la modernidad desencadene ese reflejo hacia el hogar seguro.

 

Los saberes de la sociedad de la información.

 

                        La ideología del utilitarismo en la cultura escolar, empieza a verse afectada por dos movimientos aparentemente contradictorios. La crisis del desempleo radicaliza la tendencia a ajustar más la oferta de opciones de formación con la oferta de empleo; por otra parte la cuestiona.

                        Poder disponer de los accesos a la nueva sociedad y aprovecharlos va a ser la base de una nueva estratificación social, cuyos resultados se plasmarán en una contundente dualización social: los participantes y los marginados.

                        La información y los conocimientos son importantes, pero representan condensaciones fugaces en un flujo acelerado de cambio. Son útiles pero sustituidos con facilidad, y lo son en la medida en que son comunicables y están disponibles, La información debe estar permanentemente actualizada para resolver problemas y tomar decisiones aquí y ahora. La ventaja la tendrán quienes tengan más información y mejor almacenada.

                       

 

 

 

                                                                                                                                                  


El proceso contemporáneo de transformación curricular en Argentina.  (Braslavsky)

 

 Las fases del proceso contemporáneo de transformación curricular en R. Argentina.

 

                                   Desde 1984 se desarrolla un proceso de transformación curricular, que presenta tres fases:

  1. La dispersión federal.                                                                                                       Como resultado de la estrategia de transferencia de escuelas y colegios de todos los niveles a las provincias, que comenzó en 1978 y concluyó en 1993.                                                                                                              Paralelo a ello se gestó un ámbito para la concertación de políticas públicas: El Concejo Federal de Cultura y Educación.                           Pero la transferencia de escuelas avanzó más rápidamente  que la regularización del Concejo como espacio de concertación de políticas educativas.                                                                                                                         Como resultado se produjo una dispersión federal del movimiento de transformación curricular, en el cual los cambios ni fueron unidireccionales ni homogéneos. Otro de los efectos no buscados, fue que se aumentó la dificultad de alumnos y docentes para transitar de una jurisdicción a otra; a la vez que se incrementó el problema en algunas provincias para conseguir libros adecuados.                                               Podemos decir que se profundizó el proceso de segmentación de la educación argentina en detrimento de algunas provincias con respecto a otras.
  2. La concertación federal.                                                                                                   A partir de la sanción de la Ley Federal, se inicia un proceso de transformación curricular en donde se concertan los Contenidos Básicos Comunes (CBC), y se definen las características que deben tener todos los documentos curriculares en el país.                                                                                Se definieron supuestos y criterios para la selección y organización de los CBC. Los supuestos fueron 3:
    1. Los contenidos que se seleccionen deben promover la formación de competencias, entendiendo por tales a las capacidades agregadas y complejas que implican saber hacer con saber y con conciencia.
    2. Para que los contenidos contribuyan a la formación de competencias, es necesario resignificar el concepto mismo de contenidos.                                                                                                            Se acordó  que serían diversas formas culturales, pero particularmente conceptos, procedimientos, normas, valores y actitudes.
    3. En los procesos de enseñanza y aprendizaje docente, alumno y saber son tres elementos que tienen la misma centralidad, y que interactúan dinámicamente.

                       El Concejo aprobó 8 criterios para la selección y organización de contenidos:

i.       Los CBC deben ser socialmente significativos, en términos de su contribución para mejorar la calidad de vida del conjunto de la población.

ii.     Los CBC deben presentarse abiertos en distintos sentidos, a efectos de poder aplicarse en distintas situaciones, asociarse creativamente para realizar producciones, constituirse en herramientas útiles para la resolución de problemas, etc.

iii.   El la selección de los CBC es imprescindible  reemplazar al afán de abarcarlo todo por el de elegir en términos de su potencia educadora.

iv.    Los CBC deben facilitar un trabajo integrador y totalizador en las aulas.

v.      La organización de los CBC considerará algún tipo de jerarquización interna.

vi.    Los CBC deberán estar actualizados, más desde la perspectiva de los modos de construir nuevos saberes, que desde el afán de incluir parvas de informaciones.

vii.  Los CBC deberán estar articulados horizontal y verticalmente.

viii. Los CBC deberán estar redactados con claridad y sencillez.

            Dentro del Concejo también se acordó una metodología de trabajo que asumió cuatro desafíos:

1º.    Contribuir a romper la endogamia del sistema.

2º.   Estructurar un proceso de trabajo  que garantice pluralismo conceptual, político e ideológico en las convocatorias, y al mismo tiempo eficacia y eficiencia en el trabajo.

3º.   Garantizar una participación genuina y responsable de los actores de la cotidianeidad educativa.

4º.   Acordar no sólo los CBC, sino avanzar en un segundo nivel de especificación curricular en los Diseños Curriculares Provinciales, y en un tercero en los Proyectos Educativos Institucionales.

  1. La elaboración curricular provincial e institucional.                                                       El Ministerio Nacional organizó un proceso concertado de elaboración de Diseños Curriculares Compatibles por parte de los respectivos equipos provinciales. Se eligieron 2 estrategias:
    1. Un Seminario Cooperativo para la elaboración de C compatibles.
    2. Asistencia técnica bilateral de los equipos nacionales a los provinciales.

 

Los productos del proceso de transformación curricular.

 

                        Entre 12/94 y 02/97 diversas Asambleas del Concejo Federal aprobaron los CBC para todos los niveles y modalidades: Nivel Inicial, EGB, Nivel Polimodal y Formación Docente.

                        Por su parte las Provincias comenzaron la elaboración de sus respectivos Diseños Curriculares Provinciales. Estos materiales presentan una serie de continuidades y rupturas con la fase de dispersión federal.

                        Entre las continuidades podemos citar el exceso de retórica en los capítulos que contienen fundamentación, y su dispersión y falta de articulación.

                        Otra es la ausencia de conceptualización suficiente del sentido formativo de cada ciclo y de cada grado de la educación. Se puede mencionar además, el apego a cierto énfasis regionalista.

                        Entre las rupturas: Un proceso de homogeneización de la actualización disciplinar, la incorporación sistémica de contenidos procedimentales y actitudinales, aparte de los conceptuales; y la intención de elaborar materiales curriculares con una estructura más cercana a la comprensión de los usuarios.

 

Las principales tensiones en el proceso argentino de transformación curricular.

 

§                    Políticas:                                                                                                                             Falta de consenso para decidir, y reconocimiento de la necesidad de la urgencia en generar un proceso de transformación curricular.                                          Por otra parte la construcción de consensos tiene una velocidad muy disímil de la necesidad de la toma de decisiones necesarias para legitimar al poder político de turno.                                                                                                           Fuerte disociación entre crítica y acción, por parte de intelectuales y políticos respectivamente.                                                                                                       La presión de decidores federales y provinciales por limitar y acelerar los procesos de consulta a un mínimo necesario.

§                    Conceptuales:                                                                                                                    Necesidad de reproducir o no como estructura curricular a la estructura por disciplinas creada en los proceso de generación de nuevos conocimientos en los ámbitos académicos y universitarios.                                                                                  Profesionalizar o no la formación pos obligatoria.                                                         Tensiones referidas al perfil de los egresados.                                                 Qué debe ser pautado en el segundo nivel de especificación, y qué márgenes de libertad debían dejarse a las instituciones educativas.

 


Rehaciendo escuelas. (Braslavsky)

 

Los sujetos del S XXI.

 

                                   El paradigma humanista asume que los sujetos del S XXI deberán ser capaces de protagonizar un proceso hacia lo desconocido, de manejarse más con incertidumbres que con certezas.

                                   Se enfatizan las competencias e identidades múltiples. No hay sujeto sin competencia, ni tampoco sin identidad.

 

Las competencias.

 

                        Las personas competentes se referencian por la capacidad de resolver situaciones problemáticas de manera satisfactoria para los involucrados. Los sujetos competentes no necesariamente deben ser eruditos.

                        Deben estar equipados para lidiar con el mundo y ser capaces de sentirse bien y de integrarse como miembros de los sistemas sociales en los que participan junto con sus familias, sus organizaciones, sus sociedades y sus pares.

                        La experiencia educativa es uno de los pocos caminos para elevar los niveles de competencia a través de una acción sistemática y planificada.

                        En la experiencia de una persona intervienen distintas facetas que componen su competencia:

1º.   La cognitiva de la competencia personal se refieren a los procesos internos necesarios para operar con los símbolos, las representaciones, las ideas, las imágenes, los conceptos u otras abstracciones. Se pueden distinguir habilidades analíticas y creativas.

2º.   La metacognitiva se relaciona con la toma de conciencia de los propios procesos del aprendizaje a través de la reflexión sobre ellos.

3º.   La interactiva, se refiere a la capacidad de los sujetos de participar como miembros de grupos de referencia próximos, tales como la familia y los grupos de pares. Se vincula con la capacidad de interactuar en ámbitos más amplios.

4º.   La práctica, hace referencia a un saber con recursos. Las habilidades organizativas son su columna vertebral.

5º.   La ética se refiere a la capacidad de distinguir lo bueno de lo malo en el complejo espacio que se extiende desde la aceptación de algunos valores universales, y la capacidad de sostener en los actos y contextos hostiles las propias pautas culturales.

6º.   La estética se relaciona con la capacidad de distinguir lo que es bello para uno de lo que no lo es.

7º.   La emocional, ligada a la capacidad de automotivarse, persistir en la prosecución de sus propios objetivos, y distinguir y orientar sus sentimientos agradables o perturbadores.

8º.   La corporal referida a la capacidad para proyectar el dominio del cuerpo en forma adecuada.

                                   Se pueden distinguir cuatro ámbitos de desarrollo de estas competencias:

a.      El de la naturaleza: En donde el desafío radica en formar sujetos que avancen en la consolidación de un nuevo equilibrio entre  los hombres, las mujeres, la naturaleza y la tecnología.

b.      El de la sociedad, referido al empleo y a la transformación de las formas de interacción que caracterizan a los grupos humanos organizados.

c.      El de las creaciones simbólicas, relacionado con el empleo y transformación de los distintos lenguajes que los seres humanos utilizan para comunicarse entre sí.

d.      El de las nuevas tecnologías, en donde los seres humanos deberán emplear cada una de las dimensiones de sus competencias, para ser competente en el nuevo ámbito de las tecnologías.

                        Hay que considerar que los límites entre las distintas dimensiones de la competencia son difusos, y en realidad habría que pensar en conjuntos que se intersectan.

                        Sujeto competente es aquel que ha internalizado un conjunto de procedimientos que involucran una serie de capacidades que pueden organizarse en dimensiones de ese ser competente, y en quien tanto esas dimensiones como los mismos procedimientos internalizados están en permanente proceso de revisión y perfeccionamiento porque los aplica a la resolución de un sinnúmero de problemas, haciéndose cargo de las consecuencias.

 

Las identidades.

 

                        Por identidad se entiende la elaboración subjetiva de la relación entre la continuidad y la discontinuidad biográfica, y de la consistencia e inconsistencia de una persona y de un grupo, en relación con sus necesidades personales y las exigencias sociales.

                        Es la elaboración compleja de la percepción inmediata de la propia igualdad y continuidad en el tiempo, y de la percepción asociada a ella, de que también los otros reconocen esa igualdad y continuidad.

                        Todo es incierto, todo cambio, pero la persona o grupo, pese a los cambios externos, se mantiene idéntico a sí mismo.

                        La posibilidad de vivir juntos depende intensamente de la aceptación de que la identidad de cada persona y de cada grupo es plural. La multiplicidad de identidades le permite a cada uno encontrarse con muchos otros. La unilateralidad lo impide.

                        Actualmente se reconoce la diversidad. La escuela se constituye en un escenario de construcción simultánea de identidades parciales y diversas, y de identidades compartidas.

                        La perspectiva humanista hacia la construcción de un nuevo paradigma educativo debería enfatizar el sentido de la educación en la conformación de sujetos en su doble dimensión: la instrumental y la identidad.

 


El desarrollo curricular.

 

Presentación

 

                        El desarrollo curricular supone diversos niveles de especificación: el 1º lo constituyen los Contenidos Básicos Comunes (CBC), el segundo se verifica en el Diseño Curricular Provincial (DCP), y el 3º es donde los equipos docentes contextualizan el DCP, expresándolo en el Proyecto Educativo Institucional (PEI).

                        Tomar decisiones para implementar el C en las instituciones consiste en un proceso que:

§         Contextualiza y adapta los DCP al contexto institucional.

§         Articula los objetivos generales de la institución con las decisiones curriculares.

§         Implica al conjunto de los docentes.

                        El desarrollo curricular en las instituciones por lo tanto, permite dar respuesta a la diversidad cultural, tanto entre instituciones como al interior de la escuela.

                        La programación curricular da respuesta a preguntas tales como:

a.      Para qué y qué enseñar.

b.      Cuando enseñar.

c.      Cómo enseñar.

d.      Qué, cuándo y cómo evaluar.


                        La búsqueda consensuada de respuestas permite que la  enseñanza que se desarrolla en el seno de la institución sea lo más adecuada posible a las necesidades educativas de los alumnos, a las cualidades profesionales del equipo docente y al  entorno en el cual se encuentra la escuela.

                        Se requiere que se vaya instaurando en la escuela una dinámica de análisis y de reflexión colectiva sobre la práctica.

 

1.      Las decisiones curriculares a nivel institucional.                                                           Se entiende al C como el conjunto de procesos y prácticas implicadas en la planificación de las intenciones educativas, así como al desarrollo de las acciones para asegurar conseguirlas.                                                                                              Corresponde a cada institución educativa determinar, en el marco de su PEI, el C a desarrollar en la propia institución. En este sentido, la toma de decisiones curriculares supone utilizar la autonomía curricular para dotar de mayor coherencia al conjunto de tareas educativas que se desarrollan en el seno de la institución.                                                                                               La construcción de consensos entre el equipo docente para ir configurando la Programación Curricular, debería ubicarse en un proceso basado en el análisis y la reflexión sobre la práctica. Esta reflexión es la que facilitará la incorporación de funciones de diagnóstico y de planificación a nivel institucional, indispensables para el mejoramiento de los niveles de enseñanza y aprendizaje.

2.      Componentes de la Programación Curricular.                                                  En la elaboración de la Programación Curricular es importante considerar no sólo los componentes, sino también el proceso seguido para determinarlos.                                                                     En todo caso, elaborar una PC supone consensuar respuestas a una serie de cuestiones básicas: para qué y qué enseñar (objetivos y contenidos), cuándo enseñar (contextualización de los objetivos y organización y secuenciación de los contenidos), cómo enseñar (criterios metodológicos, organizativos y respecto a los materiales curriculares y otros recursos didácticos), qué, cuándo y cómo evaluar (criterios sobre información de los resultados de la evaluación y criterios de promoción del alumnado).                                                                                   La determinación de los objetivos generales de la institución, permite justificar el por qué y para qué del proceso educativo; los contenidos indican qué queremos enseñar y son el medio para intentar alcanzar los objetivos o expectativas de logro.            Los contenidos conceptuales pueden ser de tres tipos: hechos, conceptos  y principios. Son contenidos que tienen que legar a saber.                                                                                                Los procedimientos, son contenidos muy diversos que el alumno tiene que llegar a saber hacer.                                                       Las actitudes, valores y normas de comportamiento son contenidos que se refieren a saber ser.                                                          Para organizar y secuenciar los contenidos pueden utilizarse diversos criterios, tales como la lógica interna de las disciplinas, la interrelación con los contenidos, la determinación de los contenidos previos y la continuidad y progresión a lo largo del nivel. Ayuda en este proceso delimitar una/s ideas eje o clave.          En lo que se refiere a cómo enseñar, hay que decidir la articulación de espacios curriculares y criterios metodológicos; de organización del espacio, del tiempo y de los agrupamientos, de selección, elaboración y uso de materiales curriculares y otros recursos didácticos.                                                                                    En una PC hay que llegar a acuerdo sobre criterios de evaluación.

3.      La Programación Curricular y los materiales curriculares.                               Los materiales curriculares ayudan al docente a desarrollar el C planificado. Entre ellos los libros de texto son uno de los principales recursos, de modo que en ocasiones llegan a condicionar tanto lo que se enseña, como la manera de enseñarlo.                                                                                                                   En el proceso de toma de decisiones a nivel institucional se hace imprescindible reflexionar sobre el papel que se desea otorgar a los materiales curriculares.                                                                       Para que se vuelvan un recurso al servicio del proyecto docente, en lugar de convertirse en el propio proyecto, se requiere que el equipo docente analice y evalúe el material para seleccionarlo, elaborarlo y usarlo de manera crítica. Evaluarlo es imprescindible para determinar su coherencia con los planteos curriculares de la institución.                                                                           Para identificar las características más adecuadas de un material se puede tener en cuenta los siguientes criterios: coherencia con el PEI, y más específicamente con la PC; diversidad y diversificación de los materiales; coherencia con las intenciones educativas y con las bases psicopedagógicas y adecuación al contexto: ubicación coherente de un material con un conjunto más amplio de materiales; presentación implícita y explícita de valores adecuados; aspectos formales correctos; uso real que responda a las previsiones.                                                              En el proceso de análisis de materiales curriculares se pueden considerar los siguientes ámbitos: intenciones educativas, elementos favorecedores del aprendizaje, y atención a la diversidad.                                                                                                                      Aparte de establecer criterios para la selección, elaboración y uso de los materiales curriculares, desde una perspectiva del docente como investigador de su propia práctica, se hace necesario evaluar el uso de los materiales.                                                   Llevar a cabo procesos de investigación acción puede ser una alternativa adecuada para el mejoramiento de la calidad de la oferta educativa de la institución.

4.      Proceso para la toma de decisiones curriculares a nivel de la institución educativa.                                                                                            En una PC no sólo es importante llegar a acuerdos sino que también lo es el proceso por medio del cual se alcanzan.                     Sólo si éste proceso implica al conjunto de los docentes es posible que los acuerdos repercutan en un mejoramiento de la calidad educativa de la institución. Asimismo, es indispensable que los acuerdos sean realmente fruto del consenso y, que se hayan negociado los significados de manera que se garantice que las interpretaciones sobre lo acordado sean asumidas por todo el equipo.                                                                                                                Para que un proceso de estas características pueda tener continuidad se requiere prestar atención a una serie de condiciones, entre otras a:                                                                                @ La necesidad de atribuir sentido a la tarea propuesta.                  @ La disponibilidad de un tiempo y espacio específicos.                   @ La planificación del proceso para que no se parta de intenciones irrealizables.                                                                                            @ La planificación de elementos técnicos que faciliten avanzar en el debate.                                                                                         Para elaborar una PC se puede optar por una estrategia deductiva o una inductiva o, como suele suceder en la práctica, por una metodología concurrente. La decisión dependerá de las características específicas de cada institución y de cada equipo docente.                                                                                                                   Al configurar la organización de este proceso hay que prever qué cuestiones son suficientemente generales como para que demanden el debate colectivo y cuales son más específicas y pueden presentarse al conjunto del equipo luego del trabajo en comisiones.

5.      Orientaciones prácticas para la programación curricular.                       La elaboración de la PC es un proceso complejo y multidimensional que demanda atender cuestiones muy diversas como pueden ser la delimitación de los objetivos y contenidos de la enseñanza o el análisis de las formas concretas a través de las cuales el C cobra vida en las aulas.                Para que verdaderamente se constituya en una herramienta de trabajo que logre impactar en la calidad educativa, es importante recordar que existen diversos caminos para su confección; quizás la cuestión central radica en optar por la estrategia más adecuada en función de la realidad institucional.                                                                                               No se trata de construir pares opuestos entre metodologías opuestas. Se puede optar por un camino que combine a ambas, y que permita contrarrestar los riesgos de cada una. La inducción permite trabajar a partir de cuestiones y problemas concretos que existen en la institución. La deducción permitirá construir acuerdos que impliquen y abarquen a la institución en su totalidad de manera coordinada y coherente.                                                              La PC debe poder cumplir con dos objetivos de manera articulada y paralela: ser una herramienta de trabajo cotidiano que permita impactar en la institución en su totalidad promoviendo la resolución de problemas y la innovación para construir una oferta educativa de calidad.

 

GLOSARIO

Aprendizaje: Proceso de construcción de significados, que implica la puesta en relación de lo conocido con lo nuevo por conocer.

Competencia: Una competencia es un conocimiento en acción, una habilidad reconocida, una capacidad que se manifiesta en el modo de operar sobre la realidad. Una competencia implica saber hacer, con hacer y con conciencia.

Conocimiento: Es el producto de una construcción personal y social, que le permite al hombre, a través de una representación de la realidad, comprenderla y explicarla.

CBC: 1º nivel de especificación curricular, y constituyen el conjunto de saberes relevantes que integran el proceso de enseñanza en todo el país. Son la matriz básica a nivel nacional a partir de la cual cada provincia continuará actualizando y elaborando sus diseños curriculares que darán lugar a las programaciones curriculares institucionales.

C: Objeto social en permanente construcción, el cual sintetiza intenciones, contenidos, y estrategias de acción pedagógica. Define las intenciones educativas y el desarrollo de las acciones para conseguirla.

DCP: 2º nivel de especificción. Explicita los objetivos y contenidos que se desea alcanzar para el conjunto de la población, así como las orientaciones pedagógicas para el desarrollo de los procesos de enseñanza y aprendizaje.

Enseñanza: Proceso complejo de múltiples relaciones e intercambios que se desarrolla en un contexto variable en el cual el docente interviene para facilitar el aprendizaje.

Espacio curricular: Conjunto de contenidos educativos provenientes de uno o más campos del saber y del quehacer socio cultural, seleccionados por cada provincia y por las instituciones, para ser enseñados y aprendidos durante un segmento del tiempo escolar, y articulados en función de criterios que le dan coherencia interna. Adoptan forma de organización curricular.

Evaluación: Proceso que implica recolección de información, análisis, interpretación, y toma de decisiones con el fin de mejorar la oferta educativa.